A Cuatro Mil metros de Altura, y luego de Días de Camino de Montaña, cada Paso es Un Combate… o no hay Paso Siguiente.
Camino con diversos grados de riesgos y peligros, que desembocará en “la ceja” de la Selva Amazónica, posibilitando Acceder a Eso que desde todo el mundo se viene a buscar, y que no por nada algunos nombran “La Montaña Sagrada”.
Aunque muchos más la conocen por el nombre que se le dio desde su “descubrimiento” –en 1911 por Hiram Bingam-: “Machu Picchu”.
Y a muy Pocos, los Lugareños le confiarán que el Nombre Original remitía directamente a la práctica más Sagrada y al mismo tiempo más Cotidiana de Los Inkas: “La Montaña en la que se Masca Coca”.
…Es que exactamente ese es El Desafío que plantea, tanto en la historia como en el presente “Machu Picchu”: Integrar Lo Más Sagrado a lo Más Cotidiano.
Exactamente Ese es El Desafío desde el cual se Crea una Ciudadela Sagrada en la cual Vivir la Vida Cotidiana.
No se trata de un Templo cerrado, al que pueden acceder sólo unos pocos privilegiados que vivirán recluidos y aislados de la vida cotidiana para dedicarse a “Lo Sagrado”… sino de una Ciudad: un Lugar natural y abierto, donde entonces Lo Sagrado es Lo Cotidiano y Lo Cotidiano es Lo Sagrado.
Y donde Cada Habitante de la Ciudad es entonces “El Sacerdote del Templo”.
Por Eso, lo habitual es que quien llega a Machu Picchu, suele experimentar alguna de estas dos vivencias:
Sentir que se encuentra con algo tan “cotidiano” que llega a resultarle decepcionante.
O llegar a sentir que hay Algo Sagrado en todo Eso que está visitando, pero que le queda “lejos”, inaccesible y no puede Integrarlo a lo que está viviendo… y por lo tanto, mucho menos aún podrá integrarlo cuando retorne a su vida.
Así, la inmensa mayoría “vuelve” de Machu Picchu con la definida certeza de haber estado en un Lugar Especial, Único en el Mundo y con “Algo Más” …pero pese a tal Oportunidad, cuantos más días “pasan” más descubre que todo en su vida sigue igual, que “Aquella Magia” y “Aquello Sagrado” quedó en Aquél Lugar y que mientras su cotidianeidad retorna a los mismos problemas de siempre, La Visita se pierde en cada vez más intrascendentes anécdotas y datos histórico-geográficos.
Es decir, pese a La Oportunidad Única que se ha tenido…
…Lo Sagrado y lo Cotidiano siguen sin Integrarse,
Se estuvo frente a La Puerta… pero la misma sigue cerrada.
¿Cuál es entonces La Llave que no fue encontrada?
De Esa Llave es de la que Hablaremos. No sólo desde estas Líneas… sino desde ahora, en un Espacio que la inquieta “Hod” tiene la Amabilidad y Apertura de Posibilitar para que Creemos Juntos un Espacio de Interacción.
Es decir: un Espacio de Integración… Tal como Machu Picchu invita a Realizar en Nuestras Vidas.
Mis –hasta ahora- Siete Incursiones a “La Montaña Sagrada”, sumadas a la ya innumerables “Visitas” a otros Lugares Sagrados del Planeta, están a disposición de Este Intercambio.
Fueron necesarias la Siete Visitas a Machu Picchu para comprobar que la Llave hallada en las Dos Primeras veces, funciona.
Y llevar luego tal Llave a Otros Lugares Sagrados, fue necesario para confirmar que La Puerta de La Magia que se abre, no se restringe a un Lugar geográfico, sino que ahí adonde se la Use, funciona…
…Lo cual incluye, definitiva y muy especialmente, nuestra Vida Cotidiana.
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Cuando se atiende a las Claves Ocultas de Los Lugares Sagrados, lo primero que llama la atención de Machu Picchu es un dato sumamente Sutil -y de Importancia Decisiva- que lo diferencia claramente: la diversidad de lugares Desde Donde se puede llegar.
Hay Cuatro Vías de Acceso:
La clásica es el tren que sale de “Aguas Calientes”, situada en la base de la Montaña.
La menos recomendable y sólo reservada para casos extremos consistente en los helicópteros que se contratan especialmente, alterando tanto a los Visitantes como al Lugar.
…Y la Única Opción que respeta El Sentido de Machu Picchu: El Camino del Inka.
Esta Vía es la Única que posibilita la Transformación necesaria en Sí Mismo, para que al Llegar, Machu Picchu “Abra Sus Secretos”.
Transformación de tal Magnitud, que precisará de una adaptación de al menos dos días en Cusco, para soportar los 4200 mts a los que se llegará en su ascenso… y que a su vez –lo cual es muy poco conocido, aún por los Caminantes- tiene Dos Niveles posibles:
Itinerario Exotérico: de Siete Pasos; es el “turístico clásico” y se Recorre normalmente en Cuatro Días, con grados de dificultad variados pero “razonables”.
Y un Itinerario Esotérico: de Once Pasos; se Recorre en Tres Días con grados de dificultad muy superiores… y sólo es hallable con la Guía de Alguien que ya lo Conozca.
Hace décadas ha dejado de usarse …pero es el que en realidad usaban Los Inkas.
Ambos Itinerarios Se Inician desde el mismo lugar: el emblemático Km 77, y comparten luego la primera mitad del Recorrido.
Pero llegado aproximadamente a la mitad del mismo… tal vez se tenga la Fortuna de tener que Tomar Una Decisión: si se seguirá el Camino habitual…
…O si se tomará “El Otro Camino”. Propuesta tan Trascendental, que dio Nombre a mi Segundo Libro, tomando la frase que usó “Keny”, el Guía que en mi Segunda Incursión por El Camino, luego de Dos Días me apartó del Grupo, agregando “Pero sabe que es peligroso, que tiene partes con riesgo para tu vida… y que no puedes retrasarte, porque no podré ir a buscarte, debido a que es imprescindible llegar a La Meta antes del anochecer”.
Propuesta más que inquietante –más aún considerando que en ese entonces yo sufría de vértigo- y que tal vez le dio más Valor a mi Decisión… la única que tiene lugar si se quiere Recorrer en Un Camino Sagrado: Aceptar Siempre la Oportunidad que más nos Exige…. pues “El Camino que Más Exige, es también el que más Da”.
Lo que sucedió en “El Otro Camino” –y especialmente al finalizar el mismo- es Material para Otro futuro Encuentro.
Pero lo que ahora se presenta como impostergable y urgente, es la Pregunta que cualquier Persona que tenga Interés en hacer realidad Su Contacto Personal con Lo Más Sagrado –tanto en Un Lugar Especial, como Machu Picchu, como en todos los Estratos de La Vida- es lógico y valiente que se realice:
¿…Pero qué es lo que hace que se tenga El Privilegio de Encontrarse ante tal Oportunidad?
En otros Términos y en otra escala… pero esa era la misma Pregunta que animaba ya Aquellas, mis primeras Experiencias. Como Psicoanalista, me desvelaba el interrogante de por qué algunas Personas y algunas Culturas de la Historia de la Humanidad habían tenido El Privilegio de un grado de Desarrollo tan Superior a otros.
Tanto… que la historia, directamente, los con-funde con Lo Divino.
Cristo, Buda, Viracocha, Los Mayas, Los Incas, Egipto y tantos Otros ¿…Por qué Ellos habían tenido tal Grado de Desarrollo?
Años y Años Investigación, me habían llevado a la Hipótesis que aquellos primeros Viajes comenzaba a poner a prueba. Hipótesis que ahora, años después, ya es una Realidad confirmada, que transforma un Tema tan supuestamente ilusorio en algo comprobadamente concreto: Un Método.
Un Método de Once Pasos… como el Camino del Inka Esotérico con el que me había Encontrado.
Un Método que Enseña que Los Más Evolucionados de la Historia de la Humanidad… nacieron como cualquier otro de nosotros, pero siguieron un Camino Evolutivo similar: Once Pasos en Sus Vidas, y en lo que se propusieron Realizar en Sus Vidas.
Once Pasos Integrados en Un Método… que rescata Aquella Enseñanza Original, común a todas las Enseñanzas, que había quedado Oculta bajo el peso de los milenios.
Los mismos Once Pasos que ahora se abrían ante mí…
Pasos que despiertan ciertas “Señales” …que suelen pasar desapercibidas, o que nos parecen menores… simples “Casualidades”…
Pero que son las que, precisamente, buscan, detectan y registran Quienes pueden Decidir ofrecernos Esas Oportunidades como las que El Camino del Inka me estaba brindando.
…A mí, y a Cada Lector que desde ahora desee Compartir la Experiencia.
Once Pasos, Once Claves. De las cuales la Primera, que es La Llave que buscábamos y que abre las Puertas de las siguientes… ya ha sido puesta en juego, continuamente, durante este mismo Relato:
Todo, absolutamente Todo lo que se realice en La Vida, depende de lo mismo que determina lo que nos dará Machu Picchu cuando llegamos:
…Todo depende de Desde Dónde se llega a Eso que queremos Alcanzar.
Si nos dirigimos a lo que queremos lograr, desde los caminos habituales que todos siguen y que nosotros mismos habituamos seguir… sólo alcanzaremos lo que es habitual alcanzar.
Pero si nos Dirigimos Desde Caminos que nos fuercen a ir mucho Más Allá de lo que suponemos que podemos y que “es posible” y de lo que nuestros prejuicios y condicionamientos previos nos convencieron acerca de qué “no existe” y qué es “real”…
Entonces Un Universo que está mucho Más Allá de nuestra cotidianeidad, ingresa en Nuestra Vida Cotidiana, Integrándola con Lo Sagrado…
Integración que “Casualmente”…se producirá por Cuatro Vías de Acceso que la Historia de La Iniciación ha Creado para Eso: El Camino del Guerrero, el del Mercader, el del Sacerdote y el del Mago.
Cuatro Vías que se Integrarán “Metódicamente”…
E Invocarán “Señales” que se convertirán en “Casualidades” que nos harán Sentir y Vivir a Lo Sagrado Ungiendo nuestra Vida Cotidiana con Realizaciones Concretas que sólo a través de Su Magia es posible Alcanzar.
…Como lo veremos, Paso a Paso, en las Once Escalas de Nuestro Viaje.
Lic. José Luis Parise
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