Si hay una cosa que como músico siempre me maravilla de JL es su habilidad para enseñar cuestiones totalmente explosivas a través de la música, trascendiendo totalmente lo que cualquier erudito de la música podría considerar. Unas pocas y precisas palabras de JL, y las décadas de estudios musicales se ponen de rodillas ante La Enseñanza.
Fue durante mi primer Viaje de Enseñanza, en una noche de clima perfecto en una hermosa y antigua quinta en Barcelona, que JL nos recordó un video que nos había enviado hacía un tiempo, en el que Caetano Veloso y Charly García zapaban juntos en una reunión informal en la casa de un reconocido futbolista. Bajo la luna llena más plateada que yo había visto, JL nos invitó a que las 32 personas que estábamos allí nos reuniéramos en torno a su celular para recorrer juntos el video y develar los ordenadores ocultos de lo que ocurría, generando un momento muy íntimo y al mismo tiempo muy interesante.
Solamente seis segundos de video habían transcurrido, y ya JL lograba hacernos saborear un mundo a través de esos instantes iniciales. Una y otra vez disfrutamos de ver a Caetano levantando la cabeza en el momento exacto en el que Charly hacía algo mágico. Mientras avanzábamos con el video y JL iba haciéndonos notar las claves con las que entender qué era lo que funcionaba tan bien de lo que hacían, algo muy particular se hizo evidente: la energía que lograban detonar dos de los más grandes genios de la música popular en una íntima reunión con quienes se supone que estaba disfrutando de una noche totalmente atípica… ¡no le llegaba ni a los talones a la energía que JL detona en los Momentos de Enkanto, cuando toca el piano y cantamos con él!
Así fue que entonces se inauguró un nuevo Momento de Enkanto. Fuimos todos a un salón en donde había un piano perfecto y JL se puso a tocar. Aproveché la oportunidad para atender a qué hace en lo que hace JL para llegar tanto más alto que tantos reconocidos músicos. Hay una Ley de la Luz que JL enseña y que entiendo que grafica muy bien lo aquello con lo que JL hace tanta diferencia: “No existes si no recorres”. En Iniciación aprendemos que siempre de lo que se trata es del recorrido, y si hay algo que se nota en los Momentos de Enkanto son las más de cuatro décadas de recorrido que hay detrás de cada canción. Las letras remiten a hitos de la Escuela, letras en muchos casos con modificaciones acuñadas a través de añares de refinamiento. Cada canción que JL hace surgir está perfectamente anudada a lo que estamos viviendo en ese tiempo, o está totalmente vinculada a lo que está abriéndose armando futuro, es decir que las canciones tienen una función de direccionalidad.
Cantábamos la famosa canción “A primera vista” cuando JL con una sola palabra dejó dicha su Iniciación. Una sola palabra puesta en el punto exacto y movió un Universo.
-Cuando no tenía nada, deseé… Cuando todo era ausencia, esperé- sonaban nuestras voces -Cuando tuve frío, temblé… Cuando tuve coraje, llamé-
De pronto la mano en alto de JL ponía un corte: -¡Cuando QUISE coraje, llamé! ¿Se dan cuenta? Una palabra y la canción se transforma en Iniciática- y la explosión fue inmediata. Una escucha metódica atenta, años y años de recorrido, toda la direccionalidad hacia lo que se quiere lograr, condensados en una Palabra que todo lo transforma, amplificado por la música.
Ahí aprendí la diferencia enorme que hay entre simplemente hacer buena música… y hacer de la música un lugar más de Iniciación.
Manuel Villar Lifac