Desde hace más de 17 años soy jugadora y entrenadora de Ultimate, un deporte de alta exigencia física y mental, que conserva la ideología del Espíritu de Juego, ya que es autoarbitrado por sus jugadores.

En el 2016 nace Mi primera Anécdota de Magia, en donde a través del Ultimate recorro los 11 Pasos de la Magia, ganando diferentes torneos Nacionales, dirigiendo al equipo femenino de la Universidad EAFIT. Actualmente dicha Anécdota permanece en el Maravilloso Libro, “Anécdotas de Magia Iniciática”, Gracias a la enorme oportunidad que brindada por Marcela Luchetta y Jose Luis Parise.

En abril del año 2019, en Medellín, tuvimos el honor y privilegio de recibir a JL y Marce en el 1er. Encuentro de Deporte Iniciático, en el auditorio de la Universidad EAFIT, ¡en donde la semilla de la Magia penetró a más de 350 personas! Desde entonces, este suceso ha detonado un altísimo nivel de curiosidad en “deportistas” acerca de “eso” que se logra a través de un juego, que va más allá de una medalla o de un trofeo.

El 29 de agosto del año en curso, inicia el torneo Ultimate de Oro en la Universidad EAFIT y precisamente este año sucede algo muy sorprendente que se conecta con Mi primera Anécdota de Magia:

Aunque por 6 años consecutivos, fuimos campeonas de los nacionales universitarios con la Universidad EAFIT, este año en especial, Gracias a las luminosas Intervenciones que JL nos Aporta, reconocí lo que no quería ver: 

“Por tanto ‘sí’ que he logrado en el deporte, me embelesaba quedando ciega ante reconocer lo que no”…

Mirar hacia “eso que no”, me hizo desocultar que cada triunfo venía infectado de “suponerle un deseo” a las jugadoras, pues todo el tiempo les insistía que combatieran contra sus miedos, sus inseguridades, presionando constantemente a que confiaran y valoraran lo que hacían. Y como resultado, lo que cada una lograba era dado y presionado por mí, cuestión que quedaba lejos de ser un deseo propio en cada una. Sin embargo, fue así como ganamos por varios años consecutivos…

Lo más sorprendente cada año fue que incluso, con jugadoras repitentes, iniciaba de nuevo, como si para todas fuera la primera vez respecto de lo que les transmitía.

Atendiendo y recibiendo  las intervenciones de JL, di el paso a ponerle “no a ese no” que se esconde detrás de cada triunfo y lentamente infecta cada paso que doy.  

Entonces, decidí vivir este torneo como aprendí de JL: con Misericordia… ¡”acorde con mi ser”!

Así que puse “no a eso que no”, bloqueando “insistirles” y suponerles un deseo a las jugadoras, aspecto que viene desde mi infancia, cuando quería resolver los problemas de mis hermanas… y que desoculté ¡Gracias a lo que Me Aporta JL con sus Enseñanzas!

Dando continuidad a Mi Plan, entonces me instalé un Resultado en el que me exijo disfrutar y emanar lo que Enseño, combatiendo contra  lo que se me presenta constantemente, que aunque cambia la piel siempre se trata de lo mismo.

Aunque el equipo se veía muy débil respecto al nivel de juego, increíblemente llegamos a la final del torneo, y aunque no ganamos, confieso que es la primera vez que disfruto de tal manera un partido. Batallé contra “eso” que me frenaba ante el crecimiento, y en los momentos que menos lo imaginaba, confié en mi direccionalidad usando mis armas con las cuales me hice confiable, y Agradezco infinitamente por el honor y privilegio de recibir ¡todo lo que JL nos transmite!

Al finalizar compartí a las deportistas lo desocultado y Mi Resultado. Fue maravilloso que, aunque no ganamos, cada una Valorizó más que antes lo recibido. El momento se inundó de lágrimas de felicidad, porque todas fuimos conscientes de que “eso” en cada una trataba de ALEJArnos del crecimiento y que somos muy afortunadas, pues a través del deporte nos entrenamos para Combatir en la vida cotidiana.

 

Alejandra Torres