Aunque la cuarentena iniciaba en algunos países, aún se escuchaban rumores de que era una cuestión lejana y que poco afectaría en Colombia.

Sin embargo, recuerdo cuando muy protectóramente José Luis Parise, nos advirtió que estábamos ante las puertas del caos. Y tal cual, a pocos días, las noticias confirmaban que la pandemia cada vez tomaba más fuerzas.

Atendiendo al inicio de la crisis mundial, que cada vez se incrementaba y lo que realmente esto significa para la humanidad, recuerdo con precisión los diferentes recaudos a través de los cuales JL se encargó de brindarnos claves vitales con las cuales reconocer la unidad básica del caos y con que atravesarlo, protegiéndonos  en los tres registros: simbólico, real e imaginario.

Particularmente mientras iniciaba el caos, también estaba abierta la oportunidad de viajar a Buenos Aires Argentina y disfrutar de uno de los mejores Encuentros con la Dirección de la Escuela E.D.I.P.O. Celebrando el Aniversario de JL.

Claramente este viaje implicaba mucho más que tomar un avión. Tal como lo anticipó la esfinge, las alertas respecto de que la pandemia mundial estaba por iniciar,  afirmaban lo valioso de este viaje.

Frente a lo emocionante de este paso, tuve la precaución de considerar los recaudos que tan generosamente nos brindó JL:

*En lo Simbólico: claves tan profundas respecto a la impecabilidad de lo que decimos y lo que hacemos, confirmando que mientras más respeto y valor doy a mi palabra, más confiable me hago. Esto me exigió revaluar lo que hablaba en los procesos deportivos, porque fácilmente el entorno se contagiaba de miedo, de inseguridad, pues cada vez eran más las noticias que atemorizaban respecto a la situación actual.

*En lo imaginario: claves respecto a lo que está más allá de lavarnos las manos, lo cual  fue muy potente como JL me hizo considerar en todo momento la urgencia de asumir mis actos y evaluar con mucha precaución “el irme” de las situaciones. Respecto a “taparme la boca”,  fue impresionante relacionar cuántas veces me callo por miedo a poner mi voz y contrario al paradigma imperante de la ciencia, gracias a las enseñanzas de JL cada día me exigía poner mi voz, en los lugares donde usualmente desaparecía.

*En lo Real: claves con las cuales cumplir con cada uno de los referentes, utilizar alcohol, geles, etc., tomando todos los recaudos posibles con los cuales desinfectar cada lugar.

Luego de un viaje que exigía cada minuto mi Viaje interior,  Mauricio mi compañero y Yo, llegamos a Buenos Aires Argentina. Muy privilegiadamente recuerdo que la noche anterior al festejo tuve el honor de compartir con JL, Marcela, Thomy y Luzyo quienes cada vez nos sorprendieron con su alegría, su amabilidad, su generosidad y humildad. También estuvieron presentes aliados de camino y como invitados especiales desde muy temprano nos acompañaron el Grandioso Sol, el hermoso viento con la dosis perfecta, la maravillosa luna luciéndose con los colores más preciosos y los imponentes truenos orquestando en el instante preciso. Tal armonía, casualmente siempre está presente en los Encuentros con La Dirección de la Escuela, lo que a su vez anticipaba el día tan anhelado…

El Festejo!!!

Desde el inicio, fue fascinante cómo JL nos enseña con cada uno de sus actos, que siempre está al acecho de cada detalle, notando cuestiones que a los ojos de los demás pasaban inadvertidas. Compartir con la Dirección de la Escuela, exige el mejor de los entrenamientos, donde no hay lugar para los automatismos, ni ocurrencias del yo.

Es muy Admirable notar que JL constantemente se exige desocultar la falta, enseñándonos con cada acto a no embelesarnos con las grandes cosas que logramos y a cambio, nos impulsa a atender a “lo que no”, que se esconde en los relatos que nos hacemos creer, con lo que infectamos nuestra realidad.

Recuerdo al inicio, una situación muy particular en donde una puerta abierta en el salón del Festejo, muestra el desorden de las cosas que allí guardábamos los invitados.  Precisamente esta puerta estaba al lado de los Regalos y mientras los demás pasábamos desapercibido este detalle, que además parecía poco visible, sucede que:

Al ingresar JL, sí lo nota, evidenciando inmediatamente su exigencia a desocultar constantemente la falla.

Así mismo, en cada situación hiper diferencial, como la maravillosa cena,  la entrega de regalos y los momentos de enkanto con el piano, llenos de abundancia, belleza y armonía, JL se encargó de desocultar a través de detalles sencillos y complejos, “lo que no”, eso que tanto le incomoda a nuestro psiquismo, mostrando en cada anotación que no es el tamaño de la falla lo que determina la importancia de desocultarla.

Desde este Viaje cambió mi visión respecto a la “pandemia”, respecto a la urgencia en desocultar “lo que no”. Las Enseñanzas de JL me mostraron la urgencia de combatir continuamente contra los automatismos, logrando transformar esta cuarentena en una #CuarEntrena …Vivenciando el más fino y delicado entrenamiento, cerca de la Vida del Mago.

Alejandra Torres