Cuando decidimos que esta edición se tratara de Viajes y Festejos, enseguida se me vino un Festejo a la mente, uno de los más especiales y “raros” que hemos realizado en Escuela.
Para ayudarlos a adentrarse en el relato, primero es necesario presentar a su personaje principal, aunque intuyo que la mayoría de ustedes la conocen y escucharon su historia: Olga.
Olga Ballone es la Compañera que, no siendo JL ni Marcela, más tiempo Recorrió en la Escuela. De hecho, unos años antes del Festejo que voy a contar, le hicimos otro Festejo bastante particular: el de sus 28 años de Recorrido.
Cuando Olga estaba por cumplir 80 años, de la noche a la mañana, los médicos le informaron que “le quedaban 3 días de vida”.
La historia de lo que, después de esa amarga y repentina noticia, Olga logró Gracias a su Aplicación de Enseñanza, está amplia y hermosamente contada en “Mi Vida Iniciada a los 80”, libro que les recomiendo mil veces leer. Pero, resumiéndolo de una manera casi injusta, les puedo contar que Olga vivió 7 años más Gracias a Enseñanza, y los médicos jamás pudieron explicarse “cómo” fue que eso sucedió, siendo que erraron en sus “cuentas” por unos 6 años y 362 días.
Entre todo lo que Olga Recorrió y nos Enseñó en esos 7 años, lo que incluyó hasta Enseñanzas en sus últimos días de vida cuando ella se encontraba entre “el más allá” y el más acá que corroboraron inequívocamente lo que JL nos venía Enseñando por ejemplo del Bardo Thodol, hubo un Festejo. Nos Enseñó a través de un Festejo, también.
Cuando luego de un tiempo, de internaciones, de idas y venidas, los médicos le dijeron a Olga que por fin sus valores en la sangre estaban bien, Olga hizo lo más Iniciático que se puede hacer: Agradecer y Festejar.
Muchísimos de nosotros le habíamos donado sangre, plaquetas, le habíamos llevado grabaciones de reuniones que JL le proponía que escuchara, le hicimos compañía, le contamos lo que sucedía cuando nos reuníamos y varios etcéteras que Olga quería agradecernos. Pero por sobre todas Eso, Olga quería Festejar que estaba Viva.
JL, que siempre, siempre, siempre va a Aportarte algo cuando Aplicás Enseñanza, le Aportó un significante valiosísimo a ese Festejo. Lo nombró “San Olga”.
Por si no lo escucharon, dicho todo junto, se escucha igual que “sano Olga”. Sería un capítulo aparte hablar de la genialidad articulada en ese significante, pues consideraba entre otras cuestiones claves del pasado de Olga, que la impulsaban simultáneamente hacia su futuro.
Olga no sólo nos agradecía con su Festejo, también Festejaba estar Viva, festejaba la Vida.
Imaginen qué mensaje tan diferente anotaríamos en el Universo si en la vida todos Festejáramos cuestiones como Esa, y no solamente los consabidos cumpleaños, aniversarios y algún que otro ascenso o retiro laboral.
Ese Festejo, además, funcionó como estímulo, pues cada año siguió viva, Gracias a que JL, año tras año, le recordaba cada vez: “Olga, ¡este año San Olga!”.
Carolina Malatini