Hacerle preguntas al Mago Iniciático no es una experiencia cualquiera, pues siempre las respuestas que propicia trascienden todo lo que espera el ego, esa acumulación de límites que te dice “qué puedes hacer”, “qué no debes hacer”, “qué es posible”, “qué es necesario”…

Por eso, cuando, en una Conexión extra que celebramos en la Escuela E.D.I.P.O. recientemente, una Compañera hizo una pregunta a José Luis y Marcela (que juntos conforman la Dirección de la Escuela) acerca de qué es lo que más les había enseñado la querida Olga Ballone, todos sabíamos que no podíamos “saber”  la respuesta a la pregunta. Hay que recorrer la Respuesta, lo cual propicia un cambio de paradigma.

Hay que dar un poco de contexto primero. En esas Conexiones, celebradas sin costo extra aun cuando se trata de los momentos donde José Luis nos enseña los secretos más profundos de la Enseñanza, se ha reservado una parte para hacer preguntas con motivo del Recorrido como Enseñante de JL, con motivo de su aniversario, así como para una propuesta sumamente diferencial generada por Dirección: “De Qué Hablamos”, donde José Luis y Marcela nos hacen Aportes a través de temas que solamente es posible abordar en dicho contexto.

Por eso, fue muy conmovedor entramar que, a pocos meses de que hubiese iniciado su Gran Viaje la querida Olga -quien había sido la Aliada de Camino con más años de Recorrido, después del propio JL-, tuviéramos la Oportunidad de Escuchar, de la propia boca de JL y Marcela, qué es lo que más les enseñó Olga en el tiempo que compartieron.

JL fue muy claro: el no depender de la edad física. Y es cierto. Olga podría tener 60, 70, 80 años, casi 90, pero siempre era la primera Compañera que estaba recorriendo los Momentos con la máxima energía, sin justificarse en los achaques de la edad. E incluso cuando JL y Marcela le sugerían que fuese a descansar cuando ya eran altas horas de la madrugada, ella seguía ahí, al pie del cañón. Claro que había que tomar recaudos en lo real (no es posible tachar los consejos que, por ejemplo, hagan los médicos según el caso), pero la realidad es que Olga siempre ponía toda su energía, y de hecho, hasta demostraba tener más que muchos otros Compañeros muchísimo más jóvenes y supuestamente “fuertes”.

Es decir, cuando no quieres justificarte en la edad, no es excusa, no es límite. De hecho, el tiempo físico se convierte en un campo a través del cual ganar más recorrido, no una condena a la decrepitud. Marcela misma, que es hija de Olga y, sobre todo, Aliada y Maestra (pues la Enseñanza no depende de vínculos de sangre), nos habló de los inicios de Olga. A través de unos diferenciales cuadernos que Olga había escrito a lo largo de su vida, Marcela nos mostró que Olga había iniciado el Camino en un estado muy caótico, incluso a nivel psíquico.

Sin embargo, gracias a cada año en que Olga se sostuvo en la Escuela hasta el mismísimo final de su encarnación, fue mejorando con diferencias pasmosas, convirtiéndose en la Olga a quien todos quisimos y queremos, Aliada que siempre sabía decirte lo que te tenía que decir, por más que al ego no le gustara. Porque un Aliado hace eso: ayudar mutuamente a generar el Combate Iniciático individual que cada uno tenemos que desarrollar ante los automatismos del ego. La vida de Olga es testimonio –reflejado también en “Mi Vida, ‘Iniciada’ a los 80”, obra que escribió con ayuda de Marcela- de que ninguno tenemos excusa, no podemos justificarnos sea cual sea la realidad de cada uno hoy. Ninguno de nosotros tiene una realidad tan dificultada como la tuvo Olga en los momentos de su inicio, y aun así, ella avanzó, avanzó y avanzó, sin justificarse, y generó lo que quiso generar.

Incluso cuando hace siete años la muerte la vino a buscar en lo real, aplicando Método de acuerdo con las Intervenciones y orientaciones de la Dirección de la Escuela Olga le ganó vida a la vida, año a año, hasta que decidió desencarnarse. Y hasta en sus semanas finales, nos aportó claves muy poderosas que confirman todo lo que la Enseñanza viene enseñando, también acerca de la lógica del bardo e intervidas, claves que solo es posible recorrer desde las Actividades de la Escuela.

JL lo nombró muy claramente: “Olga no fue impecable, pero sí fue admirable”. Lo cual demuestra toda la Étika del Iniciado: considera lo que “no” (la falla, el error, dónde no se atravesó el límite), y lo que “sí” (los años ganados, la admirabilidad, los logros alcanzados). Y a través de esta anécdota, quiero ayudar yo también a canalizar una vía por la que tal Lógica que nos aporta el Iniciado llegue a todo el mundo, incluido a mí.

 

Ramsés Cabrera