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Desde el momento que Dirección anunció el Viaje a Uruguay, yo lo tomé como una Gran Oportunidad.

Luego de las veces que repetidamente me habÍa dejado por fuera de encontrarme con Dirección, hacer posible integrarme al Viaje de Escuela lo consideré el próximo borde a atravesar en mi recorrido.

El primer paso para atravesar un borde: tomar la decisión, y con eso avanzar hacia el largo circuito atravesando todos los noes del yo. Y el primer “no” que se presentaba era tener el plan de vacunación al día para pasar la frontera, cuestión que hasta el momento estaba totalmente en imposible y gracias a continuar dirigiéndome entramé conseguirlo. Pero no solamente eso en mi significaba borde, sino también el hecho que era la segunda vez que con Diego decidíamos hacer un Viaje de escuela y que Bautista, nuestro hijo de 7 años, se quede en Buenos Aires.

Consideramos que lo mejor para él, era que continuara con sus actividades, ya que durante la cuarentena durante mucho tiempo no fue a clase presencial. Y también nos daba la oportunidad de poner el foco de atención en lo que hacer en el Viaje.

Al priorizar eso, tuvimos que conseguir que mi mama, la niñera, e incluso otras personas se ocuparan de acompañarlo a Bauti durante eso días.

Llegó el día del viaje. Varios compañeros en varios autos emprendíamos el trayecto juntos. La noche anterior recibimos un mensaje de Dirección donde nos mostraban la importancia de considerar el tiempo en el viaje, cuestión que nos aporta y nos protege. Lo que sucedió fue que nosotros generamos que el viaje sea de muchas más horas de las que programamos, y ese primer día en vez de llegar a la tarde, ya habíamos recortado el tiempo en el que encontrarnos con Dirección.

Aun así, Dirección ese mismo día a la noche nos recibió en su departamento. Un lugar único, diferencial, en principio por la prolijidad, también por la vista, pero además porque Dirección nos estaba esperando con las mejores bebidas, con un ambiente aromatizado (con un perfume que entraba por todo el cuerpo), con luces bajas, todo un ambiente soñado y lo mejor. Con sus mejores sonrisas.

JL hasta nos ofreció un “alimento energético” considerando las horas de viaje, que también ayudó a que al ratito de compartir juntos, estábamos mucho más despiertos y alegres que cuando llegamos. Y hasta compartieron pizzas y calzones, con cervezas frías.

Dirección se encargó desde mucho antes del día del Viaje de intervenir, aportar, ayudar y nos recibieron abriendo las puertas de su propio hogar y de sus corazones con ágape y alegría. ¿Qué Analista en el Planeta tierra hace esto?

Nos invitaron a que nos sentemos en el balcón, una noche soñada, con cero viento, diferencial por lo que suele suceder en el lugar. Y la pregunta que abrió el momento: ¿Qué queríamos compartir e inscribir de Viajes de Escuela anteriores donde también Dirección decidieron recibir a compañeros de Escuela?

La noche se empieza a encender, compartiendo las mejores anécdotas de viajes y disfrutando de solamente lo que es posible desde Enseñanza principalmente por la conducción de JL con su hipersensiblidad y disfrute inigualable, con su delicioso humor, con su atención plena, y tantos aportes que cada quién recibimos para llevárnoslo a la vida.

Luego una nueva Propuesta que cada quién digamos el Para Qué cada uno hicimos el Viaje. Propuesta que hace caer las ideas imaginarias, en el inicio del primer momento del viaje, y genera el mejor agujero, para que cada quién aprovechemos para entrar.
Y mientras ubicábamos, JL empieza a inscribir claramente, matémicamente, lo idéntico en el anterior Viaje de Escuela a este, donde dos casos llegaron tarde y esta vez también se estaba repitiendo lo mismo, y algo que me habló en primera persona. En el Viaje anterior un compañero había encajado en el Viaje a su compañera, que luego del Viaje se develó la traición en ellos.

Y esta vez en este Viaje, a quienes encajaron en el viaje era a mí. Por lo que no había motivos que en mi caso, que al momento no recorría ciertas reuniones y me había permitido despreciar la oportunidad de incluirme en MMAPPAS presencialmente en La Sutil, más que porque soy la compañera de Diego, quién si se incluyó en el Viaje desde el inicio. Ahí donde menos me lo esperaba, JL me muestra lo que estaba destinado a repetirse y mostrándome claramente que de mí depende lo que yo quiera leer y responder ante eso.

Gracias a que yo estaba ahí, fue posible que JL nos muestre lo que ninguno de nosotros todos por igual no veíamos. Estoy sumamente agradecida por ese primer día de Viaje, porque me puso frente al espejo de mi lugar de objeto en esta vida. Es impresionante que JL siempre opera por vías tan únicas y diferenciales que impactan y cambian la vida.

Gracias a hacer el Viaje, JL me mostró mi falla en el desde donde, y me mostró todas la veces que la actué pero también eso generó en mí el viaje hacia ver en todos los lugares en donde actúo el aborto.

Gracias a estar ahí, yo hice mi Viaje dentro del Viaje, transcurriendo un recorrido único que tanto me aporta a mi vida.

Le agradezco mucho a JL que aún con todo lo que intervino por desde donde yo me incluí en el Viaje, me dio la oportunidad de permanecer en el Viaje y por que nunca JL se pone del lado de la separación en lo denso como solución y siempre encuentra y brinda las vías para generar integración.

La noche diferencial concluyó con un Cierre Abriente donde JL nos brindó la propuesta de repartitorio del Viaje, cuestión que preparó desde su Ágape de Enseñante desde un nivel de Maestría Absoluta.

Me siento profundamente agradecida por un Viaje totalmente inesperado para el yo, y que tanto me aportó a mi recorrido hacia mi existencia.

Muy agradecida también por la oportunidad que quienes aún no recorrer en la Escuela E.D.I.P.O. tengan la oportunidad de recorrer la transmisión de Momentos que solamente son posibles de recorrer en esta Escuela de Vida, y que cambian literalmente la vida.

 

Valeria Bortolussi