En este año, a lo largo de distintos momentos, JL tuvo la enorme amabilidad y transparencia de compartirnos momentos de su vida muy íntimos y cruciales, con los que continúa transmitiéndonos Enseñanza.
A una edad muy temprana, JL solía acompañar a su padre, de nombre Salvador, a los distintos trabajos que el hombre hacía, incluido un taxi. Hacía tiempo ya que la familia de JL había entrado en quiebra, y sus padres se habían separado ya. Recordemos que para un niño de aquella época en Argentina algo así era un calvario. Los demás lo consideraban el apestado de la clase, los adultos no dejaban a sus hijos reunirse con él… Y además tenía que hacer frente y atravesar las penurias económicas consiguientes a las gigantes pérdidas de dinero.
Recordemos que, aun con una infancia tan difícil, JL nunca se ha quejado ni se justifica en esas vivencias. Es al revés. Con total honestidad, utiliza todas esas experiencias durísimas para Enseñarnos a continuar dirigiéndonos, más allá de las dificultades y obstáculos, porque precisamente “Más Allá, a lo lejos, Hay una Luz”…
En una de esas ocasiones en que acompañaba a su papá, se subió un gitano al vehículo. Cuando concluyó el trayecto, esa persona trató de engatusar a Salvador para que no le cobrara la carrera. JL, siempre muy perspicaz incluso a esa edad, se dio cuenta de la estratagema y por ello encaró al desconocido mirándolo a los ojos. Imaginen la situación, un niñito que tuvo los bemoles de plantar cara a un señor adulto, más allá del miedo.
El hombre se sorprendió mucho de la valentía de JL cuando él le dijo que por favor pagase a su padre, porque no se podía permitir no cobrarle. Entonces, conmovido le dijo que, siempre que él quisiera, viniera a ver a los gitanos, que sería bien recibido, si decía la contraseña secreta: “En el nombre del príncipe Martín Sarracení”. Y así le pagó a Salvador y se marchó.
¿Qué ocurrió a continuación? Imagínense ustedes en la situación, un niño al que invitan a un lugar así un grupo de personas desconocidas… Además, puede ser hasta peligroso para un menor meterse en sitios al tuntún. Igualmente, ¡JL dio el paso adelante y fue! Eso sí, primero le pidió a su padre que lo acompañara.
Y fíjense ustedes en la bravura de JL, que, aun cuando su padre al principio se quedó en el coche a esperarlo mientras JL iba al local, él siguió adelante ¡y entró! Luego lo acompañó su padre finalmente, pero de todas formas, sigue siendo muy fuerte que un niño preadolescente se atreva a tomar esa decisión, y que un hombre adulto como Salvador, que además sabía artes marciales, no lo hiciera.
Transcurrido un tiempo en el local, JL se percató de nuevo de que el mismo gitano de antes iba a hablar con su padre. Tuvo que prestar atención para darse cuenta de lo que sucedía. ¡El gitano tenía la cara dura de tratar de convencer a Salvador para que le diera el coche! Recordemos que ese taxi era básicamente el único medio de subsistencia que tenían ellos dos en ese momento.
Y atentos de verdad…, ¡porque tuvo que ser JL de nuevo quien interviniera! Veamos ya que JL lleva aplicando las mismas claves que nos Enseña desde toda su vida. Claro, gracias al Recorrido, hoy ya ha develado el Método, las Herramientas, las Claves como Sublimación, el Perdón, las Articulaciones Psicoanalíticas… pero la Étika la lleva entrenando desde siempre, literalmente.
Con el doble de sorpresa, el gitano por fin cedió a sus intentos. Exhasperado, gritó: “¡Por el Cristo de los Gitanos!”, tomó a JL de la mano… y se la leyó. Y entonces le dijo un designio: “Todo el mundo querrá dejarte afuera, pero jamás podrán hacerlo”. Una frase fuertísima que decirle a un niño, y de hecho a posteriori el propio JL ha reconocido la precisión de esa lectura. Por eso, siempre se encarga de continuar dirigiéndose a Enseñar, bloqueando las demandas humanas de “dejemos afuera a JL y a lo que Enseña” -que es la misma demanda que les hicieron a Cristo, Buda, Mahoma…-.
Dicho esto, curiosamente, lo que más impactó a JL en ese momento no fue el designio…, ¡sino el grito previo del hombre! “¿Cómo ‘Por el Cristo de los Gitanos’? ¿Qué pasa, hay más de un Jesucristo?”. Y tan en serio se lo tomó, que fue a investigar la Historia Oculta de Jesús, y ¡en efecto el gitano tenía razón!
Porque “gitano” viene de “egiptano”, o sea, Egipto, donde transcurrieron los años formativos de Cristo, en las Escuelas Iniciáticas Ocultistas de su época durante su adolescencia, antes de partir por primera vez a la India, tal y como está develado en La Historia Oculta de Cristo.
¡Todo esto JL nos lo develó entre Navidades y su Cumpleaños! Y mientras tanto, nos mostró en aplicación las mismas claves de las que nos habló aquí. Pues continuó dirigiéndose a Enseñarnos, Respondió ante cada vez que nosotros dejamos afuera los Aportes que él nos hace, siguió generando los Encuentros para Enseñarnos, nos Intervino ante que nosotros dependamos de que sea él quien genere esas Reuniones de nivel MMAPPA… ¡Es Étika en Acción! Y ojalá Ustedes también aprendan, como cada uno tenemos que hacer, de tan grande Joya aplicativa que nos brinda JL.
Ramsés Cabrera