¿Cómo integrar a más de cuarenta personas, de muy diferentes edades, de muy diferentes lugares del mundo, realizando actividades en una quinta en pleno verano, y que nadie quede aislado, ni disperso, ni lastimado, ni aburrido, y además, todos disfrutando muchísimo durante todas las actividades? Antes de la respuesta, primero, un poco de historia…
Me refiero a un Viaje, muy desafiante y único, del que tengo la suerte de haber participado, in situ en una preciosa quinta en las afueras de Buenos Aires, llamada “La Sutil”, donde más de cuarenta integrantes de la Escuela E.D.I.P.O. participamos de lo que llamamos un Viaje de Enseñanza, la posibilidad de aprender en profundidad durante varios días enteros, la aplicación del Método de la Magia, con la dirección y conducción de JL Parise, y con participantes que viajaron desde México, Colombia, España, EEUU, y desde diferentes lugares de Argentina, todos integrados en el mismo viaje.
De repente, en pleno Viaje, en una tarde de verano en pleno Enero, llega el momento de un épico… ¡partidazo de fútbol ¿con qué asegurarse el disfrute de todos, la integración de todos, cuando parece tan difícil de lograr entre tanta gente y tan distinta?
Si lo pensamos un poco, vemos que normalmente los partidos de fútbol se hacen sólo entre hombres o sólo entre mujeres, y en los poquísimos casos en los que hay partidos de futbol con mujeres y hombres, suelen ser prácticamente todos de la misma edad y en un estado físico similar. Aquí estamos hablando de la integración de personas de edades tan disímiles que van desde un niño de 11 años hasta una mujer de 60 años, con estados físicos totalmente dispares, y con personas de diferentes lugares del mundo, todos queriendo hacer un partido de fútbol en el parque de una hermosa quinta… ¡que tampoco tiene el tamaño de una cancha de fútbol profesional!
Dos de los principales protagonistas del partidazo, que se encargaron de elegir cada uno a los integrantes de cada equipo: Thomy, de 13 años y Luzyo, de 11 años, los hijos de JL y Marcela, y que con su alegría y entusiasmo… ¡nos contagian a todos las ganas de disfrutar del partido y divertirnos!
Una de las posibles respuestas y soluciones a generar tal integración la enseñó JL allí mismo, y es a través de impregnar todo el ambiente del partidazo con… ¡la música exacta!
Son muchos los diferentes nombres con los que se nombra al “Mago” o al “Iniciado” en cada cultura de la humanidad, y uno de ellos es el “Artista”. No deja de sorprenderme cuánto que me enseña JL Parise con su Arte… ¡de músico Iniciático! A mí, como músico, que estudié durante muchos años y me dedico profesionalmente a la música desde hace más de 10 años, lo que más me sorprende, y rompe los moldes, es que JL no estudió piano, ni estudió música formalmente, pero lo que hace con la música y a través de la música, ¡es único! Y no sólo mientras toca canciones cuando se sienta al piano e integra ritmos, melodías, letras, de maneras totalmente inesperadas, sino también en el uso de la música en contextos que uno normalmente… ¡ni se lo imaginaría!
Aunque una vez dicho suene obvio, se hace necesario recordar que los partidos de fútbol nunca se realizan con música sonando en todo el lugar, y lo más parecido a eso, suele ser el canto de la hinchada de fútbol de un equipo, que lo más común es que no sólo aliente al equipo del que son fanáticos, sino que la mayoría de las veces… ¡también incluye insultos de todo tipo y variedad al equipo adversario! Todo lo contrario a la hermosura que transcurrió en el épico partidazo donde fue todo disfrute, nadie salió lastimado, nadie se peleó, todos disfrutamos totalmente… ¡a puro ritmo… Iniciático!
En pleno partidazo de fútbol, JL se encargó de hacer sonar en toda “La Sutil” canciones divertidísimas, alegres, ¡que integran continentes! Canciones con ritmos alegres, que nos hacían aplaudir y cantar a todos, tanto quienes participamos del partido, y a quienes no participaban del partido también, que se contagiaban tanto de la música, que se ponían a bailar al lado de donde transcurría el “partido”…! canciones europeas, latinas, algunas que todos conocíamos, y otras que sólo algunos conocíamos, pero siempre en un tono festivo e integrativo, y con versiones sorprendentes, que inclusive cuando surgía una canción que yo ya conocía, me sorprendía escuchar una versión diferente, y muy armónica con lo que estábamos haciendo en ese momento.
A punto tal la música nos integró a todos a puro ritmo, que inclusive durante el partido, llegaban más participantes a la quinta, y con total fluidez… ¡se acercaban bailando, sonriendo y disfrutando, integrándose con total naturalidad, algunos al partidazo, otros al baile que se generó al lado del partido!
También vale y mucho mencionar a Marce, la mamá de Thomy y Luzyo, que hizo su participación de lujo como árbitro del partido, ¡regulando que todo el partido transcurra en igualdad de condiciones… y con muchísima diversión! Sin dudas, lo que Marce hizo durante el partido también fue clave a la hora de que el partido fuese fluido, equilibrado y divertido para todos.
Sin dudas, una de las sorprendentes virtudes del “Mago” es lograr que lo que es dificilísimo de hacer… parezca natural y fácil de realizar, y así fue durante todo el “partidazo”… y así fue también durante todo el Viaje, gracias a la conducción y dirección de JL, que siempre considera los hilos sutiles que mueven la realidad, tales como elegir la música exacta que armoniza e integra a todos en cada momento, y a través de eso… ¡también enseñar Iniciación!