Hace dos años, JL nos ofreció a Alejo, con quien formo mi pareja, y a mí, la oportunidad de interpretar “No te salves”, poema escrito por Mario Benedetti que JL musicalizó convirtiéndolo en una bellísima canción. Desde ese momento, JL tuvo la generosidad de proponernos que, si queríamos, integremos “No te salves” en el próximo disco de “Kanu” (la banda que Alejo y yo tenemos).
Considerando la enorme oportunidad que JL nos brindó al compartir abiertamente su creación para que nosotros la interpretáramos, nosotros quisimos también hacerle nuestro Ayni ―concepto Inka para definir la Reciprocidad―; por eso, cuando presentamos el disco, dos invitados especiales subieron al escenario a tocar el tema “No te salves” con nosotros: Thomás y Lucio.
Vale hacer una aclaración para que se entienda quiénes son y qué hacían Thomás y Lucio en el escenario con nosotros: JL es un excelente pianista, ¡aunque se reserva el derecho de que unos pocos afortunados lo sepamos! Y esa pasión con la que JL toca tan bien el piano, logra contagiar a sus hijos y ellos tocan sus primeras notas, Thomy en guitarra eléctrica y Lucio en el piano. Por eso, les propusimos a ellos si querían tocar la canción… ¡que su papá musicalizó!
Recuerdo el minuto previo al subir al escenario, con la adrenalina que solo se siente al atravesar un borde. Allí estábamos Thomy, Luzyo, un quinteto de cuerdas, más músicos, entre ellos algunos Aliados, Alejo y yo, tocando y cantando “No te salves”, mientras entre el público JL, Marcela y un montón de Aliados nos escuchaban.
Luego del concierto, JL envió un mensaje a toda la Escuela en el que nos proponía a Alejo y a mí la posibilidad de exponer nuestra Aplicación de Enseñanza en la siguiente Reunión de Escuela y Recibir Aportes de JL y de Marcela respecto a lo que hicimos en nuestro concierto ese día. ¡Yo saltaba de la alegría y a la vez sentía un miedo tremendo!
Yendo hacia La Sutil, la quinta que JL y Marcela tienen a unos kilómetros de Buenos Aires y donde JL estaba por realizar una Reunión de Enseñanza, planificábamos Alejo y yo qué diríamos en la reunión, frase por frase intentando considerar Herramientas Metódicas, como Pierce, Discursos, etc.
Entre tantas otras cosas buenísimas, en Iniciación aprendemos a esperar lo inesperado. Por más lindo y preparado que yo tenga en mi cabeza lo que quiero decir, JL siempre nos sorprende con propuestas inesperadas que nos hacen pensar en cuestiones que nunca antes habíamos pensado.
En esa cena, JL me mostró que lo que yo no considero en mi vida es: el agujero, la falla. Y en el escenario se plasmó a la enésima potencia. ¡¿Cómo?! Por ejemplo, que no había un sólo espacio libre en el escenario, ¡éramos tantos músicos en escena que no había agujero alguno! En las letras, en la música, lo mismo: en mis canciones solo hacía referencia a lo positivo, a “lo lindo de la vida” como si en la vida no hubiera molestias, angustias, tormentas… ¡como si no existiera fallar!
Gracias a lo que JL y Marcela me enseñaron ese día, y aclaro, que no se limita a “lo musical”, sino que es para toda mi Vida… ahora también mis nuevas canciones me entusiasman y me gustan mucho más que las anteriores, y eso es gracias a considerar el agujero, gracias a cantar letras que generan misterio, muestran mis dudas, interrogantes… gracias también a sumar silencios y distintos climas sonoros.
Desde que canto mis nuevas canciones en Kanu y Gracias a lo que JL me Aportó, pasa lo que nunca antes me pasaba: luego de cantar y tocar mi música en vivo, muchas personas del público me felicitan, me agradecen, mucho más receptivos y entusiasmados con mi música que antes!
Claro que si concluyera mi Anécdota solo con “la parte linda” sería jugar a que no existe la falla, por eso quiero mencionar que JL nos Aportó a Alejo y a mí nos dijo que existe una Mejor Versión de “No te salves” que la que ya hicimos. Por lo cual, ojalá, muy pronto en una próxima Edición de la Revista, para ese entonces yo haya logrado recibir la Mejor Versión de “No te salves”, compartirles mi Recorrido al respecto y ¿por qué no?, también la canción, ¡para que la escuchen y disfruten!
Eliana de Piero