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Lo que van a leer a continuación es uno de los momentos que se llaman claves en la vida. Terminaba julio y el Sol se hacía presente con todo su esplendor.

Este es el momento más clave en mi vida hasta ahora y aún lo vibro con la misma intensidad cuando lo traigo a mi mente. Mi primer MMAPPA en La Sutil, la finca especial que generó la Escuela para Actividades de Enseñanza. Al nombrarlo mi corazón late más fuerte.

La primera vez que me senté al lado del Maestro. La primera vez que, quitándome los zapatos y en puntitas de pie, pisé el suelo más sagrado del mundo. La oportunidad más valiosa y particular de recibir del Maestro, su escucha y las llaves de luz más poderosas  dadas en aportes e intervenciones que marcan mi Encarnación.

El escenario fue un tanto asombroso. Conté los pasos más importantes para acercarme al Maestro. Tal vez los mismos 11 Pasos de la Magia que abrieron la puerta más hermosa de mi vida. La Sutil era un sueño inalcanzable para mí y mucho mas hablar ante JL.

Aún recuerdo mucho las nervios que previo a ese borde sentí. Tenía que poner voz, mi cuerpo y el alma entera, ¡hacia hacerme escuchable ante el gran Maestro JL!

Con mucha ayuda de los aliados de camino se acordó mi caso para que fuese a hablar ante JL. Teníamos que generar un Momento Mas Allá de lo prepactado. Habíamos  pasamos muchas horas sin hacer lo que sabíamos y sabemos que tenemos que hacer por Método, conmensurar garantías de continuidad cada quien (garantías de que, si se nos hace un Aporte, vamos a aplicar ese Aporte en continuidad, tal que no sea lo mismo haber hecho ese Aporte, que no hacerlo) y JL ya nos había dado muchas oportunidades todo el día, como cada vez. Junto a compañeras que fueron conmigo, me dirigí a dar los pasos más grandes para mí.

Con qué, y por qué yo ese día, es un permanente enigma que todavía no develo. Una oportunidad Divina se abrió gracias a la gigante Generosidad de JL y tuve el privilegio de horas y horas ante lo más elevado.

Dios ya había tirado los dados. Pileta y parque mediante me acerqué y el aire cambió.

Mis primeras palabras no las recuerdo con exactitud, las dije fallidamente, temblorosas  y desviadas, pero el Maestro me escuchó más allá. No me detuve ante el miedo, di un paso gigante y JL valoró ese paso, mostrándome lo que sí y lo que no.

¡Hablar ante el Maestro por primera vez es algo sublime! Nunca antes había tenido el privilegio de conectar con su mirada, y en verdad emana luz. Fue la primera vez en mi vida que alguien me escuchó como el mejor Analista del mundo. Recibir la atención de la persona que encarna el Método y es idéntico a lo que Enseña, ¡es único!

Luego de unos minutos el Maestro ya me mostraba que yo estaba hablando sin escucharme y me preguntó si yo quería escuchar lo que Él tenía para decir. Claramente le dije que sí y agradeciéndole me exigí calmarme. La pregunta inicial y clave fue: “¿Con qué usted considera que se ganó mi atención? ¿Por mirar a una cosa que otros no habían mirado?”. Y ahí miles de imaginarios comenzaban a caer en picada. JL operó ante eso con la Maestría que lo caracteriza y como cada vez se encarga de hacerlo, ¡Enseñar con todo!

La presencia de Marcela en ese  momento me ayudó muchísimo, porque me sentí con más fuerza, cuando JL me dijo: “Bueno, arme el momento, decida dónde, si acá, o allá”, mostrando donde estaban los compañeros reunidos en el parque de La Sutil. “Y por conexión, decida usted quiénes y con qué arma el momento…”. ¿Qué era armar el momento? Y ¡cuánta responsabilidad! Mi corazón saltando de alegría, sorpresa y nervios a la vez, se arrebató, no sabía para dónde ir, creo que di unas vueltas en círculo, y ¡que casi me caigo en la pileta, ja, ja! La pregunta básica y automática del yo, “¿Cómo hago?”, tenía que atravesarla y decidir en pocos minutos. Afortunadamente, varias aliadas de camino que estaban ahí conmigo también me ayudaron a enfocar y armar todo.

Preparar el momento implicaba considerar muchas cosas al mismo tiempo. Bebida, Lugar, quiénes. ¡Es mucho más que el cómo! Mi decisión ante todo eso era gigante, tenía que ir más allá de la nena en mí y, aunque no manejé el momento a la altura de lo que estaba viviendo, porque ante la presión el yo se paraliza o se escapa, agradezco infinitamente ese momento.

Ya sentada con Dirección y algunas aliadas en la mesita de al lado de la pileta, fue súper esclarecedor lo que de entrada JL me ubicaba. Todo lo que yo decía no estaba ordenado y era imaginario. Con perfecta precisión y con los conceptos y matemas clarísimos de Enseñanza, como flechas que daban en el blanco, ¡el Maestro me orientó a armar mi losange!

¿A qué me dirijo como Factótum Superior (ese Resultado con el que armar mi plan total y que me exige atravesar el mayor número de límites del ego), cuál es el factótum inferior (el problema que representa el mayor concentrado de límites del ego)? Para considerarlo, debo tener en cuenta también cada dialéctica que se presente (eje horizontal), y la diferencia de pensar cosas sueltas, ¡hasta dar con qué tomar mi falla en el desde dónde! ¡Detectar la suma de todos los “no” del yo, todas las cuestiones en las que el yo dice “no, no lo hagas, no puedes, no sabes, no accedas a eso…”! ¡Híper potente!

Destaco la muchísima la paciencia que JL tuvo conmigo, porque, cada vez que tenía que yo explicar algo, yo hacía agua, ja ja! Y en un momento con mucha simpatía, característica del Mago, ¡JL me brindó y compartió el primer purito, reímos y continuamos! Me Enseñó en acto: “Atraviese lo que tenga que atravesar”, dijo.

Hacía nacer palabras en mí que ni yo comprendía de donde venían. Magia y una operatoria precisa de un Iniciado. Me sentí cuidada, querida, respetada y además en una frecuencia de energía que nunca antes había vivido.

Transcurría el siguiente momento  y por momentos creía que la tensión me sobrepasaba, pero la amorosidad, el buen humor y luz de JL hacía fluir todo con una precisión impecable.

¡Un punto muy luminoso fue cuando el Maestro me exhortó a que dance en la música de La Respuesta! “Quiero verla danzar en esta música”. Con mucho arte y sin yo decirle que quiero Enseñar La Enseñanza a través de la música, ahí in situ, me estaba presionando a que dé Respuesta.

La ayuda que recibí no solo fue la más sanadora, sino que me llevé hilos de Ariadna de Oro. Y que hoy escriba estas líneas por primera vez aquí con tanta emoción en esta hermosa Revista tiene mucho que ver  y en este número especial, que es gracias a la amabilidad y deseo de Dirección, ¡a toda la retropropulsión y amor que me brindaron ese día y cada día!

¡Estratégicamente JL me brindó más tiempo, continuando el momento hasta la entrada de la conclusión y armó el momento de la cena con todos los aliados, Marce y Lulo (uno de sus hijos)!

¡Reí, canté y vibré muchísimo el momento siguiente junto al Piano! ¡Es mágico lo que hace con las teclas José Luis! Son momentos de Encanto que transportan y te invitan a la alfombra mágica y volar. ¡Sueño con tocar el piano junto a JL, y estar tan cerca vibraba sonido!

¡El disfrute y nivel de brillo que luego brindó puritos, comida y bebida diferencial  mediante me generó un estado nuevo! ¡Encendió más la noche y abrió a que saboreemos los mejores manjares, recorriendo el Mahabarata! No sé si se llega a comprender el grado de privilegio de esta escena. Shisha y un exquisito vino, comida árabe y  escuchando al Maestro develar el mito más gigante que contiene todos los mitos de la Humanidad.

Pude sentarme al lado del Maestro en la mesa, y no solo tuvo la amabilidad de continuar realizándome aportes e intervenciones, sino que también lo hizo súper divertido y a la vez profundo. Tuvo el gran gesto de valorización al abrir in situ un regalo que le hice con mi pareja Yanina y, aunque lo que le regalamos nos dimos cuenta después de que era el whisky mas feo del mundo (ja, ja, ja), el Maestro lo sirvió y lo compartió a todos con mucho amor.

Este día lo guardo en mi alma, porque son esas oportunidades de belleza celeste.  Y que desde ese día y cada día, me recuerdo las palabras del Maestro:

“¡La estoy buscando a usted!”.

En verdad a cada uno le deseo que tome estas líneas tan llenas de gratitud y valor como una invitación a ir más allá de lo que cree que es un sueño.

Si ya han vivido su primera vez en La Sutil, cerca del Maestro, recuerden cada día ese momento, y no se acomoden a que sea solo una sola vez, y a los que todavía no lo han vivenciado, ¡ojalá los impulse a moverse para crear y plasmar en sus vidas este momento tan antes y después en la vida!

Porque la Sutil es Vida, Dirección es Luz, MMAPA es el campo más sagrado y la Enseñanza es La Enseñanza de la Nueva Era, Paradigma de Divinidad.

¡Gracias Maestro, JL, por esta oportunidad y pase en mi vida!

¡Por muchos más MMAPPAS in situ en La Sutil y en Continuidad, Toda la vida!

¡Y con mucho deseo de encontrarnos aquí, en continuidad con más y más escritos!

 

Marta Martínez