Recuerdo muy bien que fue uno de los días más Mágicos de mi vida. La sorpresa fue contínua, una sucesión de hechos milagrosos en perfecta sincronía acontecieron desde las primeras horas de la mañana en mi casa hasta altas horas de la noche en La Sutil, cada vez “un poco más alto” como solía decir Olga… Y fue lo que nos dijo a cada hora del Ritual que hicimos en honor a La Mujer de Poder en ella.
Temprano a la mañana tomé mi ejemplar del libro de Olga “Mi Vida Iniciada a los 80” por lo que haríamos en La Sutil esa noche y noté algo que me llamó muchísimo la atención. El libro tenía manchas en el lomo muy similares a las manchas de sangre que son el motivo de la tapa y que tan significantes fueron en la vida de Olga. No se me ocurría dónde ni cuándo podría haberse manchado el libro lo cual hizo que la cuestión me llamara aún más la atención. No tenía idea de cuánto más alto me hablaría Olga esa noche.
Más tarde, ya en La Sutil, iniciamos el Ritual y luego de muchas palabras emotivas de varios de los presentes, Mario, el compañero de vida de Olga y a quien yo conocí principalmente a través de su libro, llegó sorpresivamente con una canasta llena de libros. Cada uno de ellos formaba parte de la preciada biblioteca de Olga, de donde Mario seleccionó los mejores para regalar uno a cada uno de quienes fuimos compañeros de camino de Olga. El primer libro que Mario agarró fue para mí, una antigua edición de “El Otro Camino”, firmada y dedicada por JL. En cuanto lo tomé, me impactó ver que el lomo del libro tenía exactamente las mismas manchas “de sangre” que el libro que yo había agarrado a la mañana! Claramente Olga estaba queriendo decirme algo.
Cuando nos sentamos a la mesa cada uno tenía un sobre con su nombre delante suyo. Durante la cena JL situó que durante el ritual tendríamos que comunicarnos con Olga, quien nos hablaría directamente, y estaba en cada quien escucharla. JL había preparado un ritual apoyado en la Enseñanza de las 4 culturas que más se habían comunicado con quienes ya habían emprendido su Gran Viaje: la Egipcia, la Nórdica, la Chamánica y la Tibetana. La superlativa potencia de dicha integración iba quedando dicha cada vez más, minuto a minuto. Se dijo que quien quisiera escuchar a Olga abriera su sobre, de uno en uno. Por obra de la más pura casualidad, en perfecta sincronía con lo que Olga quería decirme, una gota de “sangre” había manchado mi sobre… tomé un buen trago de vino y abrí el sobre. Encontré una foto de cuando fui a la radio con aliados de camino a festejar que Olga había presentado su libro en la radio, y recordé los momentos tan brillantes, festivos y mágicos que vivimos cuando nos encontramos con los más entusiasmantes pretextos.
Comencé a hablar y a hacer mi lectura de qué es lo que Olga estaba diciéndome. Hacía tan solo unos días, yo había festejado nochebuena y navidad con mi familia “de sangre”, y año nuevo en La Sutil con JL y compañeros de camino en un festejo absolutamente inolvidable. Como la Enseñanza siempre me enseña a Integrar y a no desplazar polos, consideré festejar nochebuena y navidad con mi madre, y año nuevo con compañeros de camino en La Sutil. Aún así, mi madre se mostró enojada cuando la llamé para saludarla en año nuevo, diciendo “se nota quién es tu familia para vos”. Yo decidí tomármelo con orgullo, de que se nota que considero a quienes son de mi familia de sangre, así como también que hay una familia que es la que yo elijo, con quien elijo aprender y avanzar en Enseñanza y que quienes elijo para compartir los más elevados momentos, entre quienes también está la mujer con quien conformo mi pareja y con quien elijo formar familia.
Luego, más entrada la noche, JL propuso una vía más por la que continuemos ritual, que iba llegando cada vez a niveles más inéditos. Nos invitó a que cada quien tomemos el libro de Olga y realicemos una consulta oracular, abriendo al azar una página del libro para escuchar a través del escrito lo que Olga estaba queriendo decirnos personalmente a cada uno.
Leí atónito lo que Olga me decía. Bajo el título de “LA BUENA MAÑANA DE LA NOCHEBUENA” casi que se escuchaba en el aire su voz decir: Como no podía ser de otra manera, ocurrió lo que yo anticipaba en mis palabras. Un nuevo análisis de sangre desalentó toda posiblidad de confundir a la magia con pensamiento mágico alguno”. Y así fue… la conjunción incesante de casualidades, todas apuntando al mismo lugar, era más que suficiente demostración que estábamos ante una conexión de la más pura magia! Desde entonces agradezco a Olga el haber aprendido que tomar posición por lo que desde la magia elijo puede cambiar inclusive lo que llevo en la sangre.
Manuel Villar Lifac
