En aquel domingo de julio, después de una “Maratón” de Enseñanza, recibí la buenísima noticia de que yo tendría la oportunidad de participar en la Firma de Libros que JL tuvo la generosidad de brindar, aun cuando 24 horas antes, JL había dado un Plenario Sublime, y al día siguiente, dedicó más de dos horas a la Reunión pactada, lo cual en sí mismo, muestra un Deseo y Amor infinitos de parte de JL hacia la Enseñanza y una amorosísima y hermosa consideración hacia quienes estamos en el Camino. Pues soportar, en ambos sentidos de esa palabra, tal “Maratón de Magia”, solo es posible cuando Alguien genera una Realidad a la altura de un Mago Iniciado como lo es JL, o lo que es lo mismo: una Realidad a la Altura de la Nueva Era.

Recuerdo hacer fila, muy entusiasmado, pensando qué y cómo decirle algo a JL, pues era la primera vez que tenía una conversación directa con él en persona. Yo quería que quedara claro mi gran respeto y admiración no solo hacia él como persona, sino también hacia él como Enseñante transmisor de la Enseñanza Pachacutek y Director de la Escuela E.D.I.P.O.

Tantos años practicando artes marciales orientales, y queriendo escuchar lo que enseña  Lao Tsé, me enseñaron algo, y ese fue un buen momento en el que ponerlo en práctica: “el que se inclina, permanece erguido”. Después de años de Recorrer Enseñanza en la Escuela, entendí que en esa frase hay una poderosa clave de Wu Wei, el camino de la “no acción”, cuya concreta definición, comprensión y aplicación es aporte de JL a la Enseñanza.

Quise aplicar lo que gracias a la Enseñanza entendí en Lao Tsé. Por eso, entendiendo el gran privilegio que significa un momento tan diferencial como es una Firma de Libros Oracular dirigida por JL, yo me dI cuenta que estaba en un momento muy valioso, y quise mostrar mi respeto ante eso con mi Reverencia. Un gesto de respeto y a la vez admiración, que aunque no suficiente, consideré necesario. Cuando alguien Reverencia a lo valioso, nada ni nadie puede doblegarlo, y por eso ese alguien sigue erguido. Así que decidí hacerle a JL mi Reverencia, por la valiosa Maestría que él representa.

Yo sostenía entre mis manos mi ejemplar del Libro “…Y Soles Lloverán”, y antes de acercarme a JL, con ese acto reverencial, le saludé. Con su carismática sonrisa, me preguntó qué me pareció el plenario. A lo cual yo respondí entusiasmado: “¡Maravilloso!”. Por suerte, había podido vibrarlo desde las primeras filas de adelante. Él sonrió enérgicamente, sin signo alguno de cansancio ni algo parecido, que sería lo que se esperaba de alguien que había recorrido semejante “Maratón” de horas enseñando. Por suerte, la Magia nos lleva por vías que nunca son lo que uno imagina. Me parecía imposible que él llevara tal Maratón de horas dando Actividades… ¡y el cansancio no se notara en algo!

Después de que JL firmó mi ejemplar de “…Y Soles Lloverán”, con una frase oracular que cada vez que la leo y la escucho, me llega a lo más profundo de mi alma,  JL me dijo sosteniendo mi ejemplar de “…Y Soles Lloverán”,  la mítica frase que dice mucho más que lo que uno cree que escucha. Frase que conocemos todos quienes participamos de la Firma Oracular de ejemplares de “…Y Soles Lloverán”, y que perdería todo su efecto Mágico si fuera escrita en este artículo. Lo valioso requiere de su momento y espacio donde hablarlo. Así que te recomiendo que te ganes escuchar la “mítica frase” de la que jamás podrías olvidarte, pues es de esas frases que entra en tí y jamás te abandona.

Después de eso, JL me mostró oracularmente en qué páginas del libro estaba la mejor clave que en ese momento yo tenía que atender hacia lograr lo que yo quería lograr. Después de años, me doy cuenta que esa clave no era solo para ese momento de mi vida, sino para todo momento de mi vida en el que yo me dirijo a lo que quiero.

El Mágico encuentro concluyó en un sublime e inolvidable abrazo. De esa corta, aunque intensa experiencia inolvidable, aprendí que basta compartir 5 minutos con JL, para entender que la Vida del Mago, es la Mejor Vida que los seres humanos podemos alcanzar. Ese fue y sigue siendo un motivo más por el cual dirigirme a tener mi propia “Vida del Mago”.

Marc Beltrán