Si hay algo que JL está Enseñando desde este tiempo son los temas más elevados posibles, todos los temas que están más allá del Método de los 11 Pasos de la Maiga ¡Todo lo que es para alcanzar Divinidad! Para ir más allá del Mago y ponerse del lado de lo Divino, JL siempre hace hincapié en que mucho más importante que atender a todo lo que sí entramo, lo que sí considero, lo que sí logro… es atender a “lo que no”.
De tan vital importancia es atender a “lo que no”, que ni siquiera en un festejo de cumpleaños JL lo pierde de vista, ya que JL se exige hacer de cada festejo un Festejo Iniciático, y un festejo no puede ser Iniciático si no considera “lo que no”.
¿Quién hubiera dicho que en un festejo de cumpleaños lo mejor que uno puede hacer es atender a las cosas que no? En un momento de alegría, en el que uno se está proponiendo elevar la energía, conectar con aquella sombra que persiste en que “no”. No es lo que uno intuitivamente haría, aún así JL demuestra que por pensar desde Método, conectar con todo lo que el yo no quiere conectar produce una energía Sublime.
Mayor es aún la sorpresa de realizar esa antiintuitiva conexión en un festejo tan magno como la primera parte del festejo de cumpleaños de JL del 2020 ¡Y digo la primera parte ya que JL festeja al menos durante una semana!
Una enormidad de cuestiones de la más alta generación de realidad propia estaban siendo festejadas. En primer lugar… el lugar: estábamos festejando desde la nueva vivienda de JL y Marcela, un lujoso departamento en el piso 25 de una torre, en un balcón terraza con una vista panorámica como pocas. El balcón era tan alto que los aviones volaban literalmente debajo nuestro. La noche tan mágica que del horizonte emergía una inmensa Luna roja, besando a Venus.
Todo ese contexto era más que suficiente para un festejo inédito, sin embargo JL siempre responde ante el “ya es suficiente”: En el año que había corrido, celebrábamos la concreción del Plenario de La Verdadera Historia de Lucifer, la realización de la Película de Enseñanza “Axiomas” dirigida por Marcela, la composición de la canción de Axiomas “El Sol ya sabe” realizada por JL, 2 Viajes de Enseñanza con Reuniones históricas en Barcelona y Buenos Aires y grandes cantidades de entrevistas y ponencias diferenciales de JL en diversos medios.
En medio de tantas cuestiones grandes, fiel al estilo E.D.I.P.O., Marcela, Thomy y Luzyo decidieron darle a JL su regalo. La sorpresa de JL fue inédita. Un Piano Yamaha de primerísima línea, un sueño hecho realidad para cualquiera que ame tocar el piano. Más sorprendente aún, no era cualquier Piano Yamaha, era el mismísimo Piano Yamaha que habíamos alquilado para que toque JL en Reuniones en el Viaje a Barcelona, traído en barco especialmente desde España a Buenos Aires.
El recibir semejante regalo, JL nos contó algo que le había sucedido hacía poco tiempo. Estando en La Sutil, JL vio que Marcela y Thomy estacionaban el auto en la propiedad de al lado, propiedad que hace tiempo que JL piensa que le gustaría anexar a la suya. Cuando vio su auto en la entrada del vecino, tuvo un pico de energía, no podía creer que ese fuese el regalo. Le preguntó a Luzyo, quien no le negó que fuese así. Y al instante siguiente, sintió que se le caía el estómago de angustia ¿Cómo podía ser que él no se hubiera dado cuenta? ¿Cómo podía ser que Marcela hubiese hecho todo ese circuito enorme debajo de sus narices sin que él lo detectara? ¿En dónde había estado él entonces en todo este tiempo?
Ahí JL me mostró lo que es verdaderamente conectar con lo que el yo no quiere ver, y lo hizo en Acto, desde una ética total con lo que Enseña. Únicamente un Iniciado se hace esas preguntas cuando está recibiendo un regalo de un nivel que casi nadie recibe en toda su vida. Aún en plena alegría, pleno éxito, plena generación de la más perfecta realidad propia, JL se enfoca en conectar con “lo que no”… y ahí está precisamente la clave de tan superlativa realidad!
Al final Marcela no había comprado la casa de al lado, y Luzyo le había seguido la corriente a JL en broma. Para concluir la anécdota con un broche de oro JL dijo: “Este Piano que me regaló Marce me generó en mí lo mismo… pero sin la angustia”.
Manuel Villar