Durante muchos años de mi vida, tuve la mala costumbre de desinteresarme de los festejos, más aún de las fechas en las que hubiera festejos tales como mi cumpleaños, navidad, año nuevo… Sencillamente no les encontraba la gracia… Ahora noto que lo cierto es que durante esos años, también le faltaba gracia a mi vida. Ahora, desde hace 6 años que participo en la Escuela E.D.I.P.O. y gracias a lo que aprendo en la Escuela, cada vez más comprendo y disfruto de lo que significa festejar… ¡iniciáticamente! Y entonces surge la pregunta… ¿Qué significa “festejar iniciáticamente”? En este escrito intentaré describir algunos elementos que pueden dar una idea de lo que es un festejo iniciático.

El 31 de Diciembre de 2018 y el 1.º de Enero de 2019 tuve por primera vez en mi vida la experiencia inolvidable de festejar el cierre y apertura de año junto con JL, Marcela, Thomy, Luzyo, y muchos de mis compañeros de la Escuela E.D.I.P.O., en La Sutil -la hermosa quinta de la Escuela, en las afueras de Buenos Aires-.

Al despertar el primer día del nuevo año, y luego de un piletazo fresquísimo en pleno verano de Argentina, con música especialmente elegida por JL para despertarnos a todos con la mejor energía, llegó el momento del desayuno, todo sentados alrededor de una gran mesa en el parque de La Sutil disfrutando cafés, tés, pan dulce, budines y más delicatessens, y entonces, JL tuvo la amabilidad de preguntarnos a quienes por primera vez compartimos allí el festejo de cierre y apertura de un nuevo año, qué comentarios teníamos para hacer del festejo de la noche anterior. Y mientras yo respondí y varios compañeros más íbamos respondiendo, JL nos llevó a pensar algo que está mucho más allá de lo que la mayoría de la gente suele hablar en un desayuno del 1.er dia del año… una “lectura Peirceana” del festejo del 31 de Diciembre. Entonces surge una nueva pregunta…. ¿qué es una “lectura Peirceana”?

A quienes no están familiarizados con esta terminología, una breve aclaración. Dentro de las herramientas que utilizamos en la aplicación de los 11 Pasos del Método de la Magia, contamos con esquemas de diferentes disciplinas y diferentes culturas, que abarcan lógicas y mitologías que trascienden épocas y fronteras, algunos son milenarios (tales como la piedra Hopi, la roca sumeria de Naram Sim, el Zodíaco de Déndera de Egipto…) y otros modernos (grafos de Jacques Lacan, tales como el cuadro de la Sexuación, el grafo de las formaciones del inconsciente y los cuatro discursos).

Y una de esas herramientas que utilizamos es el llamado el Diagrama de Peirce, creado por el lógico Charles S. Peirce, y que sorprendentemente es posible encontrar en todas las culturas iniciáticas de la historia de la humanidad, con diferentes nombres según cada cultura. Ya de por sí es totalmente develador entender que toda la vida de cada uno transcurre entre alguno de los 4 cuadrantes del diagrama de Peirce, que en lógica se denominan: el cuadrante de lo Posible, el cuadrante de lo Imposible, el cuadrante de lo Necesario y el cuadrante de lo Contingente. Más impactante aún es comprender que un conmensurable de qué hace que un Iniciado sea considerado un Iniciado… es que un Iniciado es Quien genera realidad propia… y generar realidad propia no puede limitarse a un sólo cuadrante, sino que tiene que abarcar todos los cuadrantes, toda la vida… ¡a la vez! y eso es lo que denominamos “habitar el centro del Peirce”, y desde ese centro, abarcar toda la realidad, todos los cuadrantes.

Si hay algo que diferencia a JL de cualquier otro psicoanalista, enseñante, investigador, es que no deja las herramientas perdidas en algo “intelectual”, sino que cada herramienta, cada concepto, lo lleva directamente a la vida. Y el 1.º de Enero del 2019, durante ese desayuno, JL nos invitó a pensar juntos y entender… que él se encargó, durante el festejo de la noche del 31 de Diciembre… de habitar el centro del Peirce. Entonces entre todos recordamos cada momento del festejo de la jornada anterior, decodificando cada cuadrante en el festejo:

El momento de apertura del festejo el 31 de Diciembre, coincide con el cuadrante de “apertura” del diagrama de Peirce, el cuadrante de lo “posible”. ¿Con qué fue posible iniciar el festejo? Con una pregunta. La pregunta que nos hizo JL a todos quienes estábamos allí, en el primer momento juntos en la tarde del 31 de Diciembre, cada uno con su copa de champagne disfrutando de los últimos rayos de sol del año… la pregunta que llevó a cuestionarnos por todo lo que hicimos durante el año que concluía… y que derivó en una integración que a todos nos sorprendió, y que nos llevó a entender la sorprendente relación entre obligación… y deseo.

El momento que ubicamos en el cuadrante de lo “necesario”, fue el momento de apertura de regalos, junto al luminoso árbol de navidad de La Sutil… sin dudas un momento “necesario”, ¡que no puede faltar! pero que no es como cualquier apertura de regalos hecha en cualquier festejo… Es en pleno parque de la quinta, junto a un gran árbol de navidad iluminado y totalmente decorado, rodeados de estrellas, con el clima ideal, luces de todos los colores que iluminaban como estrellas los diferentes árboles de la quinta, mientras degustamos y compartimos los turrones más exóticos traídos desde diferentes lugares del mundo, saboreando champagne y fumando los mejores puros, divirtiéndonos muchísimo, riéndonos literalmente a carcajadas, mientras cada uno recibe su regalo e intenta adivinar quién fue el  “aliado sutil” (o “amigo invisible”) que le obsequió su regalo.

En el diagrama de Peirce también ubicamos el cuadrante del “imposible”, y ahí ubicamos un momento totalmente sorprendente, donde todo lo que surge es inesperado e imprevisible, donde desde antes es “imposible” predecir qué sucederá: el “Momento de Encanto”. Es el momento donde JL se sienta al piano y las canciones que cantamos, bailamos y disfrutamos entre todos, son las que surgen en ese momento, sin ensayo previo ni nada que se le parezca. En ese momento honramos al año, cantando las canciones que describen cada mes, cada momento que vivimos durante todo el año, y como por arte de magia, cada canción que cantamos, es la que mejor describe cada momento vivido durante el año.

En el último rato previo al primer rayo de sol del nuevo año, JL nos invitó a un lugar muy especial de La Sutil, un lugar reservado para momentos muy especiales, únicos: La Pérgola. Ese es el momento que ubicamos en el cuadrante de lo “contingente”. ¿Qué es lo “contingente”? Algo que puede suceder o no. Podríamos haber seguido cantando canciones hasta el amanecer, y el momento en la pérgola… ¡no hubiera existido! Pero JL nos propuso un sorpresivo nuevo momento en ese lugar tan especial, y no lo dudamos, ¡allí fuimos! El momento nos exigió un “plus” de enfoque y atención, donde JL nos invitó a articular la etapa actual de la escuela, y de cada uno de nosotros… con conceptos lacanianos y qué de todo eso nos muestra acerca de nosotros, del año que concluía y el nuevo año que se iniciaba.

De cada cada momento del festejo podían escribirse anécdotas enteras en sí mismas, pero de lo que no me quedó duda alguna en aquel desayuno del 1.ro de Enero de 2019 es que todo lo realizado con tanta armonía, fluidez y alegría durante el 31 de Diciembre, tenía una lógica oculta: todos los cuadrantes del Peirce habían sido considerados por JL, el Peirce había sido habitado desde el centro, generando realidad propia, generando un festejo… ¡Iniciático! que todos quienes estuvimos allí recordaremos durante todas nuestras vidas.

 

 

Alejo Nobili