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Luego de meses y meses donde a nivel mundial lo que se plasmó es la exacta confirmación de lo advertido previamente desde hace años por la Enseñanza y muy particularmente por JL, donde cuestiones que antes eran simples, tales como viajar de un país a otro, tomarse un avión, cruzar una frontera, realizar un viaje, se hicieron cada vez más complicadas y más difíciles de lograr… entonces la Escuela posibilitó una oportunidad preciosa y desafiante: realizar un Viaje de Escuela, que a cada quién nos correspondía convertirlo en Viaje de Enseñanza. Lo que en otro momento de la historia hubiera sido lo más sencillo del mundo, viajar de Argentina a Uruguay, esta vez tenía miles de trámites y trabas que atravesar… cuestión que quienes decidimos realizar el Viaje, afortunadamente logramos atravesar… ¡y encontrarnos en Punta del Este con Dirección!

No es simple describir un Viaje de Escuela, ya que es absolutamente diferente de lo que el yo considera que es lo que en un viaje habría que realizar. Implica la mayor de las exigencias en la aplicación de Método, 24 horas al día, donde cada encuentro con Dirección es una nueva joya Iniciática donde entrenarnos en la aplicación del Método, donde aprender paso a paso a pura exhortación y propulsión de Dirección, donde además JL nos brinda Intervenciones particulares que develan universos, develan mitos en la historia de cada quién, literalmente abre mundos. En lo particular, fue la primera vez que realicé un viaje de Escuela de estas características, viajando a otro país, a otra ciudad, con toda la exigencia y el privilegio que implica realizarlo.

Algo que además vale destacar es el nivel absolutamente diferencial del contexto del Viaje, los lugares donde nos encontramos y donde recorrimos los diferentes Momentos, son lugares únicos, preciosos, en una de las ciudades más hermosas, Punta del Este, y siempre en Estilo E.D.I.P.O., donde los mejores puros, las mejores bebidas, las comidas más deliciosas, siempre están presentes, junto a la más profunda Enseñanza.

Quiero referirme específicamente al “último” día del viaje, donde la conjunción fue maravillosa: Festejamos el Aniversario de nuestra preciosa Escuela E.D.I.P.O., con conexión online internacional con literalmente cientos de compañeros de la Escuela conectados desde diferentes lugares del mundo, y nosotros allí en el contexto más precioso, en el “último” piso de un precioso edificio en un contexto muy especial en Punta del Este, con una visión panorámica de toda la ciudad, con una vista inmensa del mar, y ¡con literalmente todos los lujos, en todo sentido y nivel!

En ese contexto, fuimos recorriendo joyas de la historia de la Escuela, donde JL, Marcela, y compañeros de la Escuela compartimos historias de pura vida, de pura Enseñanza. Pero ese festejo… ¡era sólo el inicio del día! Continuamos recorriendo Momentos muy diferenciales, donde además nos tomamos fotos que testimonian un momento único en la vida de cada quién…. y en un momento determinado, sentados en el balcón de aquel último piso del edificio, con una vista asombrosa, única… JL nos pregunta si era posible hacer llegar el teclado hasta allí.

En ese momento me encargué con ayuda de un compañero, de que rápidamente conectemos con varios alargues de electricidad el histórico teclado Yamaha de JL, y lo hicimos llegar hasta ese lugar, sentados en el piso, en un “rincón” de aquel balcón, con la vista más preciosa y única, en el momento más hermoso, literalmente, el lugar más alto y luminoso, y JL comenzó a compartirnos las canciones más hermosas, emblemáticas de la Escuela, que a su vez eran las exactas para ese momento en particular, que cantamos y disfrutamos, un momento único, de pura vida, donde lo exacto era cantar “Alto en la torre nació mi voz… se hizo viento y flotó…” y donde JL fue integrando melodías sublimes, generando las más preciosas versiones de cada canción, en el momento perfecto, donde la melodía de “O sole mio” nos hizo alucinar con ese momento tan perfecto, el sol generando el más precioso paisaje, y nosotros celebrando nuestra preciosa Escuela, en ese contexto tan único.

La maestría de JL, de ir conduciendo todo el viaje, con la exigencia Metódica total día a día, llegando a aquel momento donde el disfrute fue muy movilizante, es realmente única, que además, tampoco concluyó luego de que vibráramos tan diferencialmente en ese momento de Enkanto musical… sino que continuó con la apertura de claves Borgianas, con la lectura de Borges un domingo a la tarde en Punta del Este, literalmente un oxímoron, que concluyó con las ganas infinitas, de Cada Quién de todos aquellos que estábamos allí, de que el Viaje de Escuela… ¡no concluyera!

Alejo Nobili