En marzo del 2020, luego de encontrarnos para celebrar el Cumpleaños de JL en Bs. As., inició la cuarentena. Cuarentena que supuestamente duraría 2 semanas, que se extendieron a 4, y finalmente fueron más de 7 meses. 7 meses en los que nos encontramos con Dirección y Compañeros únicamente virtualmente, en las Actividades semanales y en las cientos de horas de actividades diversas e incluso nuevas que Dirección creó para que estemos conectados con la luz, con la vida y que ante tal crisis mundial, más nos exijamos aplicar lo que aprendemos en Enseñanza.
El mundo, las noticias, la calle, todo decía de tristeza, preocupación, miedo y encierro. Y en La Escuela, cientos de Compañeros nos conectamos semana a semana y muchos día a día con Dirección y realmente disfrutamos, nos reímos, nos emocionamos, aprendemos, creamos y comprendemos los motivos sutiles que producen lo que hoy vemos en los diarios.
Luego de todo ese tiempo, esta vez a finales de octubre, nos convocaba otro Festejo: el Cumpleaños de Marcela. Y una oportunidad de encuentro que se abría junto a la apertura de la cuarentena. Preguntarme cómo sería volver a La Sutil, estar cerca de Dirección, compartir en esa mesa que tanto me hace bien, estar cantando y danzando las canciones que JL toca al piano, creando una energía única, sentir en el aire esa electricidad característica de los Momentos Más Allá de lo prePactado y que hace tiempo no sentía… Llegó el día, un sábado de Sol en el que algunos de los Compañeros nos encontramos en La Sutil donde por la noche celebraríamos junto a JL, Marcela, Thomy y Luzyo.
Hay un montón por decir de ese momento, de la semana previa con toda la movilización tanto para la preparación del Festejo como la movilización interna de retornar y Encontrarnos después de tanto tiempo. Y lo que ahora quiero compartir con Ustedes es lo que vivencié esa noche en la que nuevamente Dirección ablandó mi corazón.
Alrededor del piano que había viajado de España a La Sutil en plena pandemia, estábamos reunidos y JL nos recibió con una Canción. Hermosa, profunda, con letra propia que nos hablaba a cada uno, preguntándonos qué era de nosotros en este tiempo. Lo que continuó preguntando con esas miradas transparentes, que me muestran la dureza que fui construyendo y a la vez hacen que se caigan los muros, en tan solo segundos.
Nos reunimos a Celebrar el Cumple de Marce y como en todo Festejo, preparamos juegos y sorpresas que Dirección siempre tiene el arte de mejorar y refinar en el momento para que todo fluya y que desde Enseñanza y no simplemente pasar el rato.
Y lo que más me impactó fue reconocer la Presencia de JL y Marcela y ver en ellos lo que habían hecho de la cuarentena. Cuando no vemos a alguien por un tiempo, solemos ver los cambios o los pocos cambios y es más fácil reconocerlos pasado cierto tiempo. Pero nunca me había pasado de comprobar cambios tan potentes y tan positivos como los que ví en Dirección. Es difícil de poner en palabras, ya que es algo que viví por estar ahí pero quiero transmitirles lo bien que me hizo estar cerca de Dirección y ver en ellos el resultado de la aplicación contínua. Cuánto habían aprovechado la cuarentena para generar más Vida. Y ante un mundo tan gris, ver a dos personas que literalmente iluminan con Su Presencia, hace que se note más aún la diferencia. Me recuerda a lo que aprendemos de las Leyes de la Luz, que el Maestro no proyecta sombra, así es y lo más hermoso es que Ese es el Camino que nos invitan a recorrer a cada quien.
Delfina Varela