Una de las cuestiones que aprendemos en Enseñanza es a ser Hiper Sensibles ante el milagro que genera lo que hacemos Desde Ahí, en La Escuela, y hoy vengo a contarles un suceso que hicimos ocurrir en pleno inicio de año.
2 de enero, cuando todo el mundo “está descansando” porque ya festejó “mucho” el 31 y el 1, ahí está Dirección proponiéndonos que “Nos Encontremos”. Encuentro que no se reduce a encuentro más, o encuentro “social”… sino algo algo por fuera de serie: brindándonos una Sesión de Inicio de Año, sorprendiendo al yo, y agarrándolo totalmente desprevenido.
Proponiéndonos una inyección de Vida ante tanto “descanso” en el cual el yo nos propone letargo y muerte, en lugar de Producción y Vida.
Domingo 2 de enero, Dirección nos convocó en la Hermosa Sutil, Quinta donde hacemos muchos encuentros de Enseñanza, y nos invitó a que juntos hagamos un Ritual, que nos convoca a cada uno de nosotros comprometernos con la Enseñanza y plantar en el inicio de año la semilla de lo que queremos que crezca durante el año; haciendo que la mayor producción sea ahí donde la gente más se toma licencia para no producir, para no hacer algo, para tomarse vacaciones. JL nos propuso que digamos concretamente y con referentes temporales muy claros, A Donde cada Quien nos comprometíamos a Dirigirnos y Llegar, un Más Allá, que necesitaría de una Luz muy Divina a Encender para llegar a Eso.
Y quiero destacar que JL nos lo propuso especialmente ahí, en el inicio de año, donde toda la corriente del humano tira hacia la muerte, ya que la no producción, el supuesto “descanso”, la inactividad no es más que una forma de llamar a la muerte con palabritas que al yo le agradan. Lo cual hace que ya el año esté empapado de inactividad, no producción, no plantar la semilla de lo que cada quien quiere que crezca en su año Nuevo, y eso hace que el año, nada tenga de un Año Nuevo!!!
Mientras estábamos realizando el Ritual, el sol iba bajando, y el cielo se llenó de estrellas. Transcurría lo Importante que era lo que nosotros estábamos haciendo, El Compromiso que cada Quien estábamos asumiendo, en esa mesa en el medio del parque, con un clima perfecto… cuando el Cielo se iluminó con una Estrella Fugaz! Estrella que nada tuvo de Fugaz!!!… estuvo muchísimo más tiempo haciéndose visible en el cielo como para contemplar hasta sus cambios de color de verde a amarillo y rojo.
Son esas cuestiones que únicamente se viven en Enseñanza y te Enseñan a vivir sabiendo que lo más luminoso era lo que ahí, junto a Dirección, estábamos haciendo. Con tanta Emoción, por lo que recién acababa de ocurrir en el cielo, que era el espejo claro de lo que Producen en todo el universo las Oportunidades que nos Brinda JL, nos regaló además una canción al piano que cantamos y bailamos, lo cual elevó más aún el momento…
“Fue a volar, no tiene límites… él se adueñó de la Luz del Cielo”.
María Laura Colla