Publicado en: “NeXos” – Periódico Mensual
Año 2 Nº 12 – Mayo 1996, página 9
Publicado en: “El Alquimista”
Año 1 Nº 1 – Abril de 1997, página 11
El universo es mental:
Ocultismo y Física Cuántica
por José Luis Parise
“La percepción origina el fenómeno.”
- He aquí la “fórmula” exacta del método de la Invocación a través del cual, en el milenario Camino del Desocultarse, alguien aprende a atraer todo aquello que del Universo sea compatible con su objetivo.
- Pero, ¿a todo eso, durante siglos, Occidente, no es lo que llamó “Magia”? Cuanto más avanza la ciencia, más confirma al Ocultismo: no podía creer que “la Fórmula de la Invocación” que tenía ante a mis ojos estaba en uno de los ensayos más recientes de física cuántica (1), junto a conceptos tales como:
- “La percepción ( … ) y la aparición de un objeto en el universo son lo mismo”, (pág. 43)
- “De un modo u otro, la materia no podía existir sin una conciencia que la percibiera”, (pág. 43)
- “En una auténtica perspectiva en el seno de la física cuántica el observador y lo observado se convierten en uno”, (pág. 16)
- “En todo momento la elección de un observador para medir una propiedad particular, de un sistema fuerza al sistema a emerger de un estado de probabilidad a uno real”, (pág. 22)
- “Los electrones son en cierto sentido conscientes (…) la mente del físico se vincula con la mente del electrón (…). Vincular lo observado con el observador. Se trata de una sola mente en funcionamiento”. (pág. 80)
- “La elección de un observador de medir una propiedad física concreta, realmente la crea o lleva el estado de dicha propiedad a la existencia simplemente observándola. Me preguntaba si el mundo, a su vez, era una simple concepción de nuestros pensamientos.” (pág. 40)
- La física más avanzada explicando con rigurosidad científica lo que la misma ciencia ortodoxa despreció, durante siglos, bajo el término “Magia”.
- Conceptos que explican que la separación entre “mundo interior” y “mundo exterior” es ilusoria.
- Y si esa separación ya no se sostiene, si no es aceptada ni siquiera desde la física, que es quien siempre creyó el estribillo ingenuo y habitual de que: “el experimentador trabaja con un objeto ubicado en el espacio externo a él, que es quien realiza la experiencia imparcialmente, sin formar parte de ella ni alterarla”; si la física cuántica demuestra que “la percepción y la aparición de un objeto en el universo son lo mismo” y que “el observador y lo observado se convierten en uno” y que “el observador lleva el estado de una propiedad a la existencia, simplemente observándola”, ¿por qué limitar prejuiciosamente su aplicación sólo a los fenómenos que se observan y se perciben en el “mundo exterior”?
Si afuera es un espejo de adentro… Hombre=Dios
- ¿Por qué no autorizarse y dar ese paso, aplicando lo que la física cuántica “descubrió” con objetos observados supuestamente en el exterior, a objetos observados en sí mismo, es decir, a percepciones mentales?
- Si nos exigimos avanzar con el “descubrimiento” de la física cuántica hacia terrenos que no se limitan al trabajo del hombre en el laboratorio, poniendo en primer plano al “laboratorio” más importante del hombre, el de su mente, podremos maravillarnos y tocar de cerca la realidad y rigurosidad de un concepto como el de “Magia” al adentrarnos ante los alcances insospechados de la capacidad de creación -de la capacidad de lo divino- en el hombre; pues desocultaremos, a nivel científico, algo que hasta ahora sólo era encontrable en el Camino de la Iniciación: aquello que alguien logre percibir que crece en sí mismo, aparecerá, indefectiblemente, como fenómeno en el universo “externo”.
- De “eso” es de lo que desde hace milenios, el Camino del Desocultarse Enseña: Quien logra anidar en sí mismo una imagen mental, una idea, una “meta” claramente definida, comienza a alterar el espacio externo, originando como fenómeno, en el “exterior”, eso que observó en su percepción “interior”.
- Moderna aplicación de la Ley Oculta De Determinación Entre Los Planos que, aún en la actualidad, sólo el Ocultismo conoce pero a la que el saber “oficial” se aproxima a pasos agigantados: Lo Psíquico determina sobre Lo Energético y Lo Energético determina sobre Lo Físico.
- Milenios precisó la ciencia occidental para arrimarse a este saber del Ocultismo, develado ya desde la primera frase de uno de los tratados más profundos al que la humanidad tiene acceso: El Kybalión, que desde su dístico inicial -en el sentido más riguroso de “Iniciático”- enseña, “simplemente”: “El Universo es Mental”.
- El Zen, el Chamanismo, el Taoísmo; todos enseñan lo que dice esa frase que ahora comienza a “descubrir” la física cuántica.
- Pero Occidente, ¿comprende realmente el alcance de eso que aceptó oficialmente a través de una de sus ciencias más predilectas, fascinantes y avanzadas?
- Cuando en el Camino del Desocultarse, alguien accede a este saber suele tardar años en comprenderlo, aún contando para eso con la guía de quien se lo ha enseñado. Y mucho más recorrido precisa aún para habitar esta realidad.
- Recorrer este Camino es acceder a usar a favor eso que, de todos modos, la física cuántica avala y advierte que, inexorablemente, ocurre. Posibilidad infinita de invocar en lo interno lo que se desea encontrar en lo externo. Sinónimo de “creer para ver”.
- Pero cuántos siglos hace que la inmensa mayoría de la humanidad repite lo contrario a eso. Cuántos siglos hace que la humanidad simplemente, repite.
- Es que acceder a este saber que Enseña que aquello que alguien instala en su mente, será fenómeno realizado “fuera” de esa mente, es demasiado poder para quien no está interesado en despertar, para quien está muy cómodo quejándose de su “no poder”; de lo que “no puede” para quien cree que es un mérito y un destino inexorable ubicar a Dios por “fuera” de sí mismo.
- Acceder a este saber aproxima mucho al hombre al estado divino; estrecha las fronteras entre el hombre y Dios.
Amplificadores de Energía Mental. Cristalizando deseos
- Más aún cuando se accede al paso que a continuación se Recorre en el Camino de Desocultarse.
- Llegado el momento en que alguien descubre que el Universo que lo envuelve, está indefectiblemente creado en su mente está en condiciones de iniciarse en el trabajo de aprender a dirigir y amplificar lo que sucede a esa mente.
- Dirigirlo, a través de profundos trabajos de combate interior, que detectan dónde lo que habita en esa mente proviene de otro que lo instaló allí. Así son develados miedos, angustias, culpas, pesadillas que una vez sacados a la luz son seguidos hasta su origen y allí pulverizados. De este modo el Guerrero Interior, progresiva e inexorablemente, adquiere creciente confianza en sí mismo.
- Y una vez depurado de todo lo que le hacía temer a su propia mente está en condiciones de amplificar lo que allí él mismo quiere que habite para que de ese modo su manifestación en el mundo externo sea mucho más rápida y potente.
- Ese proceso de amplificación implica aprender a trabajar con los amplificadores de energía naturales más poderosos de los que se disponen en este plano de existencia: los Cristales.
- Quien logra mantener en su mente una imagen de algo que desea alcanzar, mientras entre sus manos sostiene el cristal adecuado, está impregnando y amplificando ese cristal con la energía de esa imagen, que impregnará el medio externo; del mismo modo en que cuando microcorrientes impregnan un cristal de cuarzo en las pantallas de las computadoras, el cristal almacena y amplifica esas corrientes, manifestándolas de modo tal que se hacen visibles para quien está afuera de ese cristal, es decir, en el medio externo.
- Si el hombre contemporáneo llegó al momento en que desoculta el saber de que él, en su percepción, sus fantasías, sus sueños, sus imaginaciones es quien crea sus “propios” fenómenos su “Propio” Universo, y está en condiciones de amplificar lo que en su mente quiere lograr… el hombre, entonces, está en el umbral de descubrir lo que hace milenios ocultó: su conexión con lo Divino, su Camino de Divinidad.
- Entonces es urgente la Integración, ya no puede continuarse con la ingenua pretensión de que el saber -que hasta aquí era “científico”- está separado del Camino hacia sí mismo, separado de la Religión Original. Camino que quedó oculto y que por eso, a la Enseñanza que lo conserva, Occidente la nombra bajo el término genérico de “Ocultismo”. El saber científico -que no está haciendo más que redescubrir lo que la misma ciencia, en conjunción con la religión, ocultó hace siglos, y que si no es por el Ocultismo, que lo conservó en forma intacta y pura, se hubiera perdido- llegó al momento en que empieza a develar que a quien quiere saber del Universo, el Universo se le presenta como un espejo para saber de “él”.
- Y hace tiempo que La Enseñanza ya advirtió “eso”. Basta levantar una punta del velo, con la intención de introducirse en el saber que oculta para encontrarse inexorablemente, con un dedo que apunta hacia quien levantó el velo: Lo Oculto, para quien busca, es quien busca.
- Al sujeto no se le oculta el Universo. Al Universo se le oculta el Sujeto.
- (1) Se trata de La búsqueda del águila, de Fred Wolf, Ed. Liebre de marzo