Mito & Destino: El Futuro Contenido en el Pasado

 

Mito & Destino: El Futuro Contenido en el Pasado

Análisis de Betty Milan a través de su obra:

“El Loro y El Doctor” (Ediciones: Homo Sapiens)

 Diciembre, 2003

Realizado por:

Gustavo Narvaez y otros.

 

¿Es posible que un Mito maneje al Destino de alguien?

Mito es relato… pero no cualquiera:  es de esos relatos que perduran y persisten por los tiempos de los tiempos.  Mitos griegos, romanos, los cuentos infantiles clásicos, las fábulas, los relatos ‘familiares’ y tantos otros.

 

¿A quién no le gustaría lograr por sí mismo en la vida cotidiana la misma eficacia de perdurar y persistir en aquello que se está interesado en lograr?

 

Vale aclarar que: funciona!  De lo contrario, no se entendería porqué alguien repite indefinidamente algún parámetro de su vida.

 

En este escrito presentámos una síntesis del análisis que realizamos a Betty Milan (paciente del Dr. Jacques Lacan), a través de su libro: “El Loro y El Doctor”, en el cual relata su trabajo analítico con dicho psicoanalista.

Aún siendo estos nuestros primeros pasos, nos interesa en particular demostrar -en forma conmensurable- la contundencia del Psicoanálisis en la vida real.  Estamos apostando a hacer algo semejante a lo que hizo Freud (salvando las significativas diferencias, ya que nosotros estamos iniciándonos) cuando analizó un texto al trabajar el Caso Schreber.

 

 

Del relato de Milan surge que ella va de un continente a otro, sin cesar una y otra vez a lo largo de su vida, se muda cada vez con una excusa diferente, todo ello al igual que lo han hecho sus antepasados y sin dejar de hacer “eso” siempre, siempre.

Siempre dos continentes.  Dos historias en un mismo libro, “dos” en un mismo título.

 

Algo hay por lo cual en esa historia perduran algunas acciones, se repiten a través del tiempo.

Si “eso” es lo que hace siempre:  ¿le sería difícil a Ud. adivinar qué hará Milan en el futuro?  Estamos diciendo “adivinar”, es decir, anticiparnos a lo que vendrá.  Ahora bien:  ¿nos es “eso” lo que llamamos “Destino”?

 

Sólo hay que interesarse en atender a ciertas señales para detectar esta clase de cuestiones.

En nuestro breve y aún incipiente recorrido, hemos tomado para este escrito sólo dos de las más profundas doctrinas o paradigmas:  Psicoanálisis y Zen, que están aparentemente lejanas entre sí (en tiempo y espacio) y que, sin embargo, son absolutamente armónicas en lo que postulan.  Sobre esta base, hemos develado que Destino no es otra cosa que:  el futuro contenido en el pasado.

 

El relato está constituido por palabras, las palabras por letras.  Entonces el Mito, el Destino: ¿está todo “eso” manejado sólo por algunas letras?

Betty Milan, Hila, Milano …  Así es y esto es sólo una parte de lo que descubrimos en el transcurso de nuestro recorrido.

Hay una misma lógica que no se ve a simple vista.  Así es como funciona el inconsciente.

 

Al mismo tiempo, dicha lógica se corrobora en lo cotidiano.  En esto somos absolutamente rigurosos:  El Psicoanálisis no es un pensamiento especulativo sino que es de aplicación práctica en la vida diaria.

Ya en “Compendio del Psicoanálisis” nos lo dice Freud:

“…El Psicoanálisis parte de un supuesto básico cuya discusión concierne al pensamiento filosófico, pero cuya justificación radica en los propios Resultados…”

Resultados en lo cotidiano.  Esa es la “prueba de realidad”, tal como la llama Freud.

 

 

En este caso, lo que hemos hecho fue analizar “el Discurso” -Dichos y Hechos- de la paciente de Lacan ya mencionada.

A los efectos de realizar un abordaje eficaz del tema en este análisis que realizamos hemos elegido y aplicado -de todos los conceptos psicoanalíticos- sólo los siguientes:  Transferencia, Escena, Dialéctica, Objeto, Superficie Topológica y Mito.

 

¿Desde Dónde se inicia el análisis?

Desde las primeras palabras de la paciente -sabiendo que lo primero que se dice es aquello que más insiste en ser dicho-.  En este caso, esas primeras palabras se corresponden con el título del libro: “El Loro y El Doctor.”

 

Pero para que haya “primeras palabras ‘en’ análisis”, primero se producirá un fenómeno que de por sí ocurre naturalmente en toda relación y que en el vínculo paciente-analista es provocado y usado por éste para que el análisis sea posible: dicho fenómeno es la “Transferencia.”

 

 

TRANSFERENCIA:

En la vida cotidiana muchas veces nos encontramos con algunas personas, hechos, o actitudes que generan sentimientos, acciones y pensamientos en nosotros que no son los mismos que los que se generan al encontrarnos con otras personas.  Se genera algo “especial” que es lo que en psicoanálisis llamamos Transferencia.

Abordamos este tema con una pregunta:  ¿Qué hace Lacan para que la Transferencia se instale en el caso de Betty Milan?

Sigmund Freud en “Fragmento de Análisis de un Caso de Histeria” (1905) se refiere al tema de la Transferencia explicando en qué consiste:

“.Son nuevas ediciones, copias de tendencias y fantasmas que deben ser despertados y hechos conscientes por el progreso del análisis y cuyo rasgo característico es remplazar una persona anteriormente conocida por la persona del analista.”

Este fenómeno no se produce sólo dentro del marco analítico sino que es constante, presente en todas la relaciones, sean profesionales, jerárquicas, amorosas u otras.

En particular respecto al tratamiento de la Transferencia debemos aclarar que Transferencia Imaginaria -como su nombre lo indica- es sólo a nivel de la “imagen”, es decir, a nivel de los sentimientos, sensaciones, ideas o pensamientos que se tienen sobre una persona.

En el caso de Betty Milan podemos citar las siguientes frases que dan cuenta de lo que aquí decimos, respecto a las suposiciones que realiza el paciente sobre la persona del analista:

“Donde Seriema se las arregla para acercarse al Doctor, que sueña con el Trópico.”

Hay implícita al menos una cuestión central:  Seriema supone que el Doctor sueña con algo y, además, cree que ella conoce eso.  Aquí podemos ver los rudimentos básicos de que la Transferencia Imaginaria se está instalando, pues a la Paciente se le hace necesario suponerle un Saber al Analista, aunque sea un Saber sobre algo.  En el sueño, ella estaría incluida ya que el Trópico es algo que remite a ella.

Vemos que la Transferencia a nivel Imaginario desde ese punto ya estaba instalada.

“Desde mi primera visita a Francia se dio cuenta de que yo estaba buscando al Analista.”

¿Cómo sabe ella de qué él se dio cuenta, si él no se lo dijo?  Aquí es mucho más profundo y claro ya que el “Saber Supuesto” no es cualquier Saber sino un Saber sobre la que ella quiere o no.

“Obviamente era un medio de acercármele.  Resultaba lógico que me considerara su futura mensajera.”

En este punto también queda claro cómo ella va armándose un agujero por el cual entrar, suponiendo que Lacan la iba a considerar su futura mensajera y así establecer un Otro (A) en el cual ocupar un Lugar.  Entonces: ¿cómo es que ella sabe que a él le va a resultar lógico o no?

 

Avancemos ahora en las cuestiones que se hacen necesarias para instalar la Transferencia, que es a su vez un requisito fundamental para que el Análisis sea posible.  Comenzamos entonces analizando la Rectificación de las relaciones del sujeto con lo Real.

“No cabía la menor duda: el Doctor había advertido que la carta de mis compatriotas me servía de pretexto y enseguida dedujo que yo, sin saberlo, deseaba analizarme. ( … )  El me iba a llevar adonde le pareciera, utilizando la misma táctica que yo:  pretextar la carta para hacerme volver.

“La leyó, la dobló con cuidado e insistió para que volviera a verlo.  Quería que yo le entregara una carta con todos los detalles referentes a la invitación para su discípulo.  La carta era una intermediaria (…)

” ‘Hasta mañana entonces, a la misma hora’ – concluyó guardándose mi carta

” ‘¿A las misma hora?’

” ‘Sí, a las cinco de la tarde y no olvide traerme todo por escrito.”

Betty Milan (BM) fue sólo a llevarle una carta en la que sus colegas pedían que Lacan enviara a uno de sus discípulos a Brasil.  Hasta allí ella quedaba totalmente fuera de la cuestión:  iba solamente a llevar la carta.

Esa es la escena que BM trata de armar una y otra vez:  Quedar expulsada o expulsar.

“Dejo la carta y me voy.”

Ese es su acting (Demanda del Otro actuada).  Estas son las cuestiones que habitualmente hacemos, repetir y repetir siempre la misma escena, la misma actuación.

Ubicada la escena, el pasaje al acto (ir mas allá de eso que se repite y se actúa en cada cuestión) no puede hacerlo sola, debe realizarlo con la ayuda del Analista.

BM volvió al día siguiente:  acá vemos como algo de su relación a lo Real quedó rectificada:  iba a llevar la carta e irse y rectificó:  se quedó para analizarse, ¿… o no?

“Al día siguiente bastó que me llamara ‘mi querida’ para que yo le contara el verdadero drama:  me habían echado de una multinacional del Psicoanálisis que tenía su sede en Inglaterra.”

“Pero el Doctor no estaba allí para contradecirme.  El iba a comportarse como si el verdadero problema fuera la expulsión.”

Luego de esto comienza a hacérsele necesario a BM el Análisis cuestión que, entre otras cosas, conlleva a que Analizándose esté “incluida.”

 

Es de Vital importancia para la continuidad del Análisis que el rasgo del Otro sea atraído, entendiendo por “atracción del rasgo del Otro” a la operación con la cual el Analista actúa lo que es el “rasgo significante del Otro” en la historia del paciente.  Entonces el Inconsciente del paciente reaccionará como si estuviese ante su historia, es decir, desplegará todos sus automatismos -si no hay Sujeto- para que puedan ser analizados en el dispositivo Analítico.  Decimos “rasgo significante” porque las letras, sílabas y palabras claves de la historia (orden Simbólico) deberán ser tenidos en cuenta.

En este caso podemos ver cómo el Inconsciente de la paciente comienza a fundar en Lacan ciertos rasgos de sus antepasados.

“El Doctor, como Hila, no apreciaba las conversaciones ociosas.”

El inconsciente de BM funda en Lacan “los mismos” rasgos que en personas de su pasado y, especialmente, en quien -en este caso Hila- le funciona como Otro, lo cual deja a Lacan e Hila en posiciones homologables para el Inconsciente de BM.

“Acaso no era él quien debía ser paciente y elegir el momento oportuno para intervenir disimulando su estupor o callándose cuando se lo contrariaba?”

“…tu que con tu vientre, tu sagacidad y tu larga paciencia engendraste el Nuevo Mundo….”

También puede identificarse claramente en el caso BM el semblanteo del Objeto, esto es:  el momento en que el Analista toma la apariencia del Objeto que el paciente actúa, lo cual le servirá al paciente para correrse del lugar que venía ocupando hasta entonces, entendiendo por esto:  dejar de repetir “eso” que actúa cada vez y dar una Respuesta diferente a “eso” automático.  Como el psiquismo no tolera dos en el mismo lugar (la misma física enseña que dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo) esta operación puede derivar en dos escenas:

  1. Que el paciente se corra de ese lugar y dé una Respuesta diferente, Respuesta que podríamos ubicar como del Sujeto, o
  2. Que el Paciente intente defender ese objeto que es para Otro, generando una rivalidad hacia el analista o simplemente escapando del dispositivo analítico.

La atracción del Rasgo del Otro deberá ser considerada junto con el Semblanteo del Objeto para minimizar las posibilidades de que se produzca la segunda opción.

” ‘Ay, mi hermana, mi amiga si usted supiera!  Yo tuve el mismo contratiempo. Peor que expulsado: excomulgado, igual que Spinoza! El castigo supremo, el destierro sin remisión, irremediable, como si la comunidad analítica fuera un templo y religiosa su práctica’, agregó, todavía ofendido por la suerte que le había tocado y diciéndome ya hasta mañana.”

En esta operatoria que realizó Lacan ubicamos varias cuestiones:  en primer lugar, Lacan Semblantea el Objeto de la expulsión en BM.  Es decir, si a ella la han expulsado, el analista toma esa apariencia (de que también lo expulsaron.)  Al mismo tiempo, Lacan se anota como “al menos uno” -teniendo en cuenta la función pierciana- que dio Respuesta a la expulsión.  El también fue expulsado y, sin embargo, llegó a ser un psicoanalista reconocido, mucho más aún que quienes lo expulsaron.  Es decir “supo” dar respuesta ante la expulsión.

De esta manera, con esta Operatoria Lacan queda anotado en el Lugar de “Sujeto Supuesto Saber”, siendo éste el lugar al que debe ir el analista para que sea posible que la Transferencia sea instalada.  A través de diferentes estrategias el analista deberá llegar al lugar en que el paciente le suponga un saber acerca de él, algo sobre su objeto, sus dolencias, etcétera.

Lacan dice en el Seminario XI, clase 18:

“Desde que en alguna parte hay el Sujeto Supuesto Saber que hoy les he resumido en lo alto de la pizarra por S.S.S., hay Transferencia.”

Entonces, debe atenderse a ese lugar para que sea posible instalar la Transferencia y si el analista logró ocuparlo entonces la Transferencia se instaló.

Hechas todas las operaciones necesarias para que la Transferencia esté instalada vemos sus efectos en el momento en que Lacan, haciendo uso del engaño con un intento de derivarla a otro analista, por supuestos problemas con el idioma:

“- El Francés va a ser un problema- dijo, haciéndose avanzar en su propia dirección.

“- Déme un poco de tiempo.

“En vez de eso el gran hombre dio un paso atrás:

“- Podría derivarla a una discípula de la lengua portuguesa.

“- De Portugal?

“- Es el país de sus descubridores, no?

“- Si no es con usted, me tomo el avión esta misma noche.

“- Bueno, entonces hasta mañana.”

A partir de allí -con claras confirmaciones de que la Transferencia ya está instalada en lo Imaginario- las Operatorias e Intervenciones comienzan a hacerse en un orden más sutil: el registro Simbólico.

Transferencia Simbólica: aquella en la que el Inconsciente del analizante pone al analista en el lugar del Otro en su historia -hecho que permite abrir el análisis del inconsciente, ya que luego de esto el paciente comenzará a repetir sus automatismos y aparecerán formaciones del inconsciente (sueños, actos fallidos, síntomas, chistes, etc.) en el contexto analítico-.  Decimos “Transferencia Simbólica” porque se entienden esas formaciones como hechos del lenguaje, es decir, que se expresan a través de los significantes en juego para el caso.

Analizando las historias que BM cuenta -específicamente los lugares, los nombres de sus familiares y hasta su nombre mismo- vemos que el inconsciente de la paciente (tal como nos pasa a todos los que hacemos este análisis y a cualquier persona, aunque no lo sepa- se encuentra polarizado hacia las siguientes sílabas:  Ila, la, an, ia, en suma, una vocal abierta junto con una cerrada (especialmente la “i” y la “a“) junto con las consonantes “l” y/o “n.”

El uso de estos significantes claves por Lacan se puede ver claramente, como así también su eficacia, en la siguiente operatoria que elegimos no por ser la única sino porque es la más clara a los efectos de ilustrar lo que decimos.

“- Usted entendería si yo le hablase la Pomba Gira y del cauri de Maria?

(…)

“-Lo que paso es que yo… que yo…

“-Diga.

“-Lo que pasó es que yo estoy aquí por Usted.

“-Aja- respondió el gran hombre, intuyendo sin duda la queja subyacente.

“-Mi País… mi lengua me hacen falta… Aquí, en cambio, mi país es Usted.

“Se levantó de golpe y me dejó tirada en el diván, con los ojos clavados en el techo.

“-‘Mire, querida, no hay motivo para ponerse triste.  Acaso ahora no es suyo el Diván? Lo ha tomado por fin y en forma magistral.’

“Mío el diván? Yo que había entrado con el cauri en la cabeza, ahora salía con un objeto de terciopelo carmesí, al que desde el comienzo me había resistido.

(…)

“Lo quisiese o no, iba a toparme con mi origen.”

Y como ella misma lo nombrara:  …Yo que había entrado con el cauri en la cabeza, ahora salía con un objeto de terciopelo carmesí…” (vale destacar: “caurí”, “carmesí”.)

Palabras que contienen letras y sílabas que nos dicen de significantes que, nombre lo que nombre, habla siempre de lo mismo… y eso mismo es lo que nos dice que la “Transferencia Simbólica” ha sido atraída -en este caso por las operatorias de Lacan- lo cual posibilitó que el análisis se realizara y sobre lo cual ahora nosotros ubicamos lo siguiente.

 

ESTRUCTURA PSÍQUICA

Profundizando ahora en el análisis de BM: ¿cuál sería su Estructura Psíquica?  Para responder a esta pregunta nos basamos en los siguientes elementos:  la escena fantasmática que repite la persona, el objeto pulsional que actúa, la dialéctica ante la cual no tiene un modelo de respuesta dado que esté por fuera de su repetición y la superficie topológica que representa el camino que siguen sus palabras.

 

Escena Fantasmática:  Reintroyección del Producto:

¿Cuál es la Demanda que ella actúa?  Para responder a esta pregunta, veremos por qué hace lo que hace, qué escena arma en esa actuación.

El título de la obra ya plantea un intento de solapamiento que consiste en “hacer de dos uno”.  BM se encuentra inmersa en esa situación y, por lo tanto, necesita aclararlo todo el tiempo.  Así, se observa que el “dos en uno” se le presenta en su ser “brasileña” o “turca”; en titular su obra “loro” y “doctor”; en nombrarse “Betty” y “Seriema.”

Del mismo modo, repite esta situación en el título del primer capítulo del libro: “Donde Seriema se las arregla para acercarse al Doctor, que sueña con el trópico.”  En este título -y en toda la obra- queda claro el objetivo de ella misma:  ser “Doctor”, cuestión que la lleva a confundirse con “el Doctor” haciendo el “dos en uno.”  Además, ¿cómo sabe qué es lo que piensa el Doctor -en la vertiente de la frase que refiere al Doctor como otro- si no es por creerse ella misma alienada al Doctor, suposición que le hace creer que sabe siempre lo que su analista Lacan quiere, piensa, diría, etc.?  Tal vez, hasta creería BM saber acerca de otras “intimidades lacanianas.”

En otra cita se confirma la actuación del “dos en uno” cuando BM nos dice:

“…debo rememorar lo sucedido (…) para no responder (…) y para separarme de él” (Pág. 9)

 

Es decir, rememora para dos cosas: “para no responder” y “para separarse”, lo cual manifiesta que si quiere separarse es porque se considera inconscientemente “ya pegada a un él.”

Todas estas situaciones llevan a que BM busque constantemente a un Otro porque:  ¿qué es lo que ella busca?  Que ese Otro le diga qué hacer pues, si fuese por ella misma, nada es lo que ella misma decidiría.

Así, vemos que es notoria la fuerte tendencia en BM hacia la inversión de los roles:  trata a su interlocutor como si el otro fuese ella misma y esa Demanda la actúa en cada situación.  En la repetición de “hacer de dos uno” lo que Demanda es que el Otro le diga qué hacer.

De las cuatro típicas escenas fantasmáticas, aquella desde la que se intenta que “donde habrían 2 haya uno” es la denominada escena de “Reintroyección del Producto”; esta es la típica escena que remite al deseo inconsciente de querer volver al vientre materno.

En BM se puede leer esta escena claramente en varios párrafos de su libro de referencia, como por ejemplo en la Pág. 10:

“…La saga de los abuelos, los turcos del Brasil, también llamados come gente…”

donde no sólo menciona dos cualidades (remitiendo al 2 en 1) sino que los nombra y califica explícitamente de “come gente”, en lo cual se advierte con claridad la Escena de “Reintroyección…” (algo del orden del canibalismo).

En la Pág. 56 del mismo libro dice:

“…¡me comeré un Caribe o un ojo de Moscú!…”

luego se decide por un “Paraíso.”  La indecisión está entre “comer” aquello que representa a América o a Europa y se termina comiendo a lo que está, “significante” mediante, del lado de Jacques Marie Lacan (“…aca…”, “…ara…”).  Esto muestra que el conflicto está atraído al análisis, lo cual nos dice que la “neurosis de transferencia” -de la que tanto nos advierte Freud- está siendo construida en la situación analítica.  De esta manera arma en Análisis la escena de “Reintroyección…” por el lado del antojo de comer torta al salir de sesión.

También relata BM que al salir de la sesión va al bar “Les Deux Magots”, al cual define como (Pág. 61):

“El bar donde olvidar la sesión…”

el bar al cual solían concurrir intelectuales y los pacientes de Lacan (… no por “de-mago-gos” ni por “mamarrachos”, pero seguramente sí muchos más que dos) para “vaciar el contenido de sus sesiones”, según relata BM.  Se puede leer claramente también en ese “vaciarse de contenido” la repetición de la escena fantasmática de “Reintroyección del Producto” (por la vía de la “evacuación”).

Tal como veremos más adelante en el parágrafo ‘Superficie Topológica’, BM para sostener la ilusión de que es posible dejar al Tercero afuera (i.e., eso que le representa la “función paterna”) ella paga con “su propia expulsión.”  En esto arma la escena nuevamente y está pidiendo un padre que le ponga un límite al deseo de la madre de que la “exclusión” es igual a “solución” (metáfora paterna).

Arma la Escena Fantasmática para tratar de inscribir algo de eso que quedó no simbolizado, es decir, no dicho en palabras:  que la expulsión es la solución, cuestión que (como un “Real”:  “no cesa de no inscribirse”, es decir, la escena fantasmática.)  Si “no cesa de no escribirse” entonces lo que hace ese inconsciente es “repetir”, lo cual es lo mismo que decir: “pulsión de muerte” y mantener el goce y que no haya corte.  Así, repite el “hacerse expulsar” (Escena: “Reintroyección del Producto”), cuestión que actúa una y otra vez.  El inconsciente intenta por todas las vías inscribir esto; cuando lo logra se calma para volver a repetir y armar nuevamente la misma escena.

Todo esto reafirma lo que hemos visto acerca de la Transferencia Psicoanalítica pues la “rectificación” que realiza el Sujeto en sus relaciones con lo Real es el paso previo para que haya Transferencia, tal como lo sitúa Lacan en su artículo “La Dirección de la Cura.”

 

Objeto Pulsional:  Heces

El objeto “heces” claramente representa algo que primero ingresó (por ejemplo, el alimento que ingresa al cuerpo humano) y que luego fue “expulsado” o “se hace expulsar.”

Es entendible entonces que en la vida de BM hayan habido diferentes situaciones en las que el hacerse expulsar o sentirse expulsada, haya estado en el centro de su vida (de la Asociación Psicoanalítica, del Brasil mismo.)  Se puede Escuchar que la frase “hacerse expulsar” tiene una doble vertiente, tal como será develado a continuación analizando un poco más de su historia personal.

¿Qué ocurrió en su historia ‘familiar’?  Es manifiesto que todos en su familia fueron excluidos de su país, todos se fueron del lugar en el que estaban (como por ejemplo cuando se fueron por la amenaza de los turcos.)  Y ocurrió siempre en la vida de BM que, al llegar a un lugar, valorizaba el lugar que había perdido, el lugar en el que ya no estaba.  ¿Qué factor “oculto” había en todo eso?  Encontramos un común denominador en su familia, en su “historia personal”:  todos en su familia “se fueron por Otro” (sea por odio o por amor), se fueron siguiendo a Otro, o por decisión de Otro, de manera tal que ese “Otro”… fue quien históricamente decidió en su familia y, como venimos viendo, ahora decide por BM.

Podemos extraer entonces, por observación de los rasgos idénticos entre los diferentes miembros de su familia, una característica identificatoria de esa familia, lo que denominamos un “rasgo familiar”: “excluir” y “ser excluida” (expulsar y ser expulsada) tal como se hace con las heces.

Es decir, entonces, que el “hacerse expulsar” tiene -claramente- la doble vertiente de que “ella excluye” y que “se hace excluir.”

Entendemos entonces que toda su repetición de “hacer de dos uno” y la consecuente escena fantasmática de “Reintroyección del Producto” -vista desde la primera página de su libro- la produce BM para sostener una Verdad, que no es “propia” sino que es la “Verdad” de esa familia, o al menos la Verdad que esa familia intenta sostener.

El “saber no sabido” es el que ella actúa. Este “saber…” constituye el núcleo de lo que intenta sostener como Verdad.  El “yo” desconoce esto y todo lo que hace es para armar la misma escena fantasmática, una y mil veces.  De esta manera hace funcionar “eso” que sostiene como “verdad.”  Analicemos un paso más para develar dicha verdad familiar.

Tal “exclusión”: ¿es considerada como un problema o como una solución?  Nos encontramos entonces ante una situación que arma Moebius:  el problema de lo que se queja es una solución.  Como hemos visto, en esa familia la exclusión está anotada no sólo como problema sino que también la consideran una solución.

Tomemos una cita del libro de referencia:  en la página 10 nos dice:

Hubiera sido mostrar de entrada lo que desde siempre me empeñé en ocultar, no sufrir de aquel mal que me obligaba a disimular mi historia…”

frase en la cual el dos en uno vuelve a quedar encriptado en las palabras que develan que siempre se empeñó en ocultar “su” decisión de “no sufrir de aquél mal”, es decir, sabiendo que era un mal (un problema) su empeño estaba puesto en no sufrir de eso (lo cual lo ubica como solución.)

Entendemos entonces que, en esa familia, la Verdad está formulada en los siguientes términos: “La Exclusión” es tanto un problema como una solución, en lo cual es fácil advertir nuevamente la trampa de hacer de eso un nuevo “dos en uno.”

Ahora bien, si lo similar se cura con lo similar, en este caso el 2 en 1 se curaría con un 2 en 1, continuaremos entonces analizando el texto de la novela de BM con 2 herramientas del Psicoanálisis juntas, 2 en 1, “Dialéctica y Figura Topológica” que ya nombramos en el desarrollo anterior y que de inmediato pasamos a abordar.

 

DIALÉCTICA Y FIGURA TOPOLÓGICA

Así como ocurre con un análisis médico, en el que para establecer el tratamiento a seguir se requieren de los resultados de cada uno de los distintos estudios que se le practican a un paciente, en psicoanálisis -bien sabemos- son necesarios algunos pasos semejantes para establecer “la dirección de la cura.”  Por eso en esta ocasión, a lo que ya se ha planteado anteriormente, vamos a incluir lo referente a la dialéctica y a la figura topológica para entender más ampliamente el caso que hemos querido analizar.  Para esto qué mejor abordaje, tratándose de una lectura psicoanalítica (tal como es nuestra intención realizar) que interrogar el nombre de la herramienta que en la presente ocasión hemos de usar sobre el caso BM y vislumbrar desde el inicio lo que su aplicación nos permitirá descubrir.

Para ello nos remitiremos en primera instancia a la etimología de la palabra “Dialéctica.”  Según el diccionario etimológico, esta palabra proviene del griego: Dia (a través, entre/Di – griego dis: dos veces, doble/ dialéctico) y del griego dialectos (lengua, de dialegein: hablar.)  Reunifiquemos lo que la etimología nos mostró de manera disociada y “escuchemos” lo que nos “dice”:  a través o entre dos lenguas, habla -tratándose de que analizamos el psiquismo- el inconsciente de BM.

Entonces, aprovechando que la vía de la interrogación nos permitió llegar a una interesante definición, podríamos preguntarnos ahora:  ¿cuáles son esas lenguas dobles en las que habla el inconsciente de BM?

Como bien nos enseña el Psicoanálisis, las posible lenguas dobles o dialécticas -como las llamaremos de ahora en más- son cuatro (una por cada estructura psíquica.)  Una dialéctica para la Psicosis, una dialéctica para la Perversión y una para cada Neurosis, es decir, una para la Histérica y una para la Obsesiva.

En este caso, la dialéctica que estructuralmente corresponde -según lo que nos develó el análisis que hicimos- es la dialéctica Demanda/deseo.  Antes de ir al texto que escribió BM y que pusimos en el diván, vamos a hacer una breve referencia acerca de qué hablamos cuando hablamos de deseo y de qué hablamos cuando hablamos de demanda y cómo se estructura esta dialéctica.  Luego vamos a citar distintos pasajes en los que verificamos e hicimos nuestra lectura psicoanalítica, para finalmente -en cuanto a la dialéctica- referirnos a algunas intervenciones y operatorias que Lacan hizo, precisamente, considerando -según entendemos- la dialéctica en juego.

El deseo, según el diccionario de la lengua española, es sinónimo de “impulso”.  Etimológicamente viene del latín desiderium: lo que falta.  Demanda, en el mismo diccionario, significa:  encomienda, pedido.  Por lo tanto, remitiéndonos al significado de ambas palabras, podemos decir que el deseo surge por “algo que falta y toma forma, se moldea, por lo que es pedido, demandado.”  En el texto del libro, en el primer título del primer capítulo -que fue citado en el desarrollo de la transferencia-:

“Donde Seriema se las arregla para acercarse al Doctor, que sueña con el trópico”

encontramos la primer manifestación de deseo: que “sueña (sinónimo de deseo) con el trópico” que BM le supone a Lacan.  Inmediatamente, en el tercer párrafo del mismo capítulo, BM dice:

“…acababa de llegar del Brasil, mi país, para entregarle una carta:  mis colegas le pedían que les enviara a uno de sus discípulos franceses para enseñarles su arte.”

Claramente en la página “inicial” del libro se completa y confirma la dialéctica:  el deseo que BM le supone a Lacan -que según ella dice: “…sueña con el trópico”, vemos que es moldeado por la demanda de sus colegas que le piden que envíe a uno de sus discípulos:  ¿a donde? “Al trópico”.  Sin embargo, como en la repetición podemos leer lo que el inconsciente intenta dejar dicho (en este caso la dialéctica en juego) veamos en qué otros lugares del texto, la dialéctica demanda/deseo aparece una y otra vez confirmándose.

– Sueñe, Doctor, sueñe! Haga de una nieta de inmigrantes una brasileña de pura cepa, y transforme mi malhadada identidad.

– …Pero yo todavía tenía que convertirme en analizante y, para eso, tenía que expresar mi deseo de tomar al Doctor como analista.

– El francés era el idioma con el que mi madre se identificaba para huir de la realidad, y yo, Seriema, quería vivir en francés puesto que yo deseaba lo mismo que ella.

Como pudimos comprobar la dialéctica demanda/deseo sigue su desarrollo a lo largo del texto del libro, tanto en su actualización en análisis como en lo que relata de su historia, pero -precisamente- si en este artículo a la dialéctica, le hemos adjuntado la figura topológica, ha sido por que ésta es un medio -no cualquiera- de verificarla y de comprender el espacio en el que psíquicamente se desplaza el inconsciente de BM y que se transfiere en los hechos que ella se encuentra obligada a actuar en todos los “lugares.”  Sin embargo, como este espacio está sujeto y dominado por la demanda y el deseo, abordaremos la figura topológica a través de esta dialéctica pero nuevamente por la vía de la interrogación.

Entonces podemos preguntarnos: ¿dónde está ubicado -ya que hablar de topología es hablar de lugares- eso que ella desea y que Otro le ha demandado?  Por “fuera”:  dado que lo que se desea es lo que falta, lo que no está en uno mismo.  Pero por fuera ¿dónde?

Si eso que BM desea una y otra vez es lo que pretende alcanzar hasta constituirlo en el objetivo “central” de su vida, eso que desea está por fuera y en el “centro”, “alrededor” de lo cual gira.  La figura topológica -se la conozca o no- es muy clara:  ¿qué figura se forma si una persona gira alrededor de un centro? Un círculo, un disco. Y considerando que la topología que introdujo Lacan al Psicoanálisis es la topología del caucho, la figura corresponde a algo así como una cámara de auto inflada, que en topología se conoce con el nombre de “toro.”  La cámara, el toro, gira alrededor de un vacío, una falta:  allí ubicamos al deseo, que etimológica y estructuralmente corresponde al lugar de la falta. También habíamos dicho que el deseo es moldeado por lo que se demanda, por lo tanto eso que gira alrededor de la falta, del deseo, es la demanda que le da cuerpo al Toro.

 

Entonces, en BM vemos que lo que ella desea siempre está afuera y es central en su vida como lo dice en la siguiente frase:

“…pero ¿podía saber todo esto antes de marcharme a Francia, si lo que para mi contaba en la época del telegrama era vivir en el “centro” de la civilización.”

Como vemos la topología nos dice del destino de BM, que es siempre poner en el centro lo que no tiene y querer eso, para que cuando lo alcance , poner otra cosa que no tiene nuevamente el centro y girar en querer alcanzar eso.

A partir de ahí eso que ubicaba afuera y por lo cual alcanzarlo implicaba trasladarse a otro continente -como la odisea de los antepasados- Lacan, magistralmente, en una intervención sitúa:

– Lo que pasa es que yo estoy aquí por usted.

– Ajá- respondió el gran hombre, intuyendo sin duda la queja subyacente.

– Mi paós… mi lengua me hacen falta…Aquí, en cambio, mi país es usted.

– Se levantó de golpe y me dejó tirada en el diván, con los ojos clavados en el techo.

– Mire, querida, no hay mitivo para ponerse triste. ¿Acaso ahora no es suyo el diván? Lo há tomadopor fin, en forma magistral.

Intervención que mostró su eficacia en la continuidad del análisis de BM y lo que ella misma creció -hasta el punto de lograr alguna trascendencia con el libro que escribió- gracias a su análisis.

Análisis que nos mostró lo más oculto y estructural -aunque sea una redundancia- del inconsciente.  ¿Qué es lo más oculto y estructural?: el Mito.

Tan oculto es, que fue necesario atravesar todo lo que desarrollamos anteriormente para finalmente desocultarlo.

 

EL MITO EN BETTY MILAN

Milano, Milano negro…

Aquello que la mitología cuenta es algo que nunca ocurrió y, sin embargo, siempre es. (Salutio)

Para Freud los mitos expresan pulsiones y conflictos reprimidos en el subconsciente.

Luego Lacan situó que no hay más allá del discurso; al mismo tiempo:  mito no significa otra cosa que, precisamente, decir. -“.el Mito como ejemplo del medio decir.” (Seminario 17).

Tomando la definición de Lacan, podemos crear un mas allá; así, en su acepción más exacta:  “mito” es narración.  Es el discurso que posee el peso de la tradición, el poder de la tradición.

El narrar y discurrir (también conversar y contar) hablan de un fluir de la palabra.  La esencia de la palabra es el fluir:  el fluir de logos.  Este fluir lleva la fuerza y el poder de una lengua y de una cultura que gesta esa lengua.  Por eso el mito es palabra poderosa.

 

¿Que Realidad arma Betty Milan?

Nombrándose continuamente como pájaro, lo que hace BM es “armar una realidad” que responde a “eso” que dice y que Remite a su Origen Brasilero.

En sus dicho crea una Realidad “Selvática” y de “Pájaro”.  Siempre que habla se refiere a eso que intenta dejar afuera: su origen.

“- .Yo que como buen Loro, había repetido tesis, antítesis, etc.  (pag21)

“- .¿la Naturaleza?, sólo a la sombra de un árbol, en compañías de Monos Domésticos y de loros que repetían frases latinas y francesas nunca tupies. (pag22)

“- .Empujada por mi Madre volaba tras sus huellas, yo me imaginaba estar abriendo un nuevo camino. (Pág. 37)

“- .Bastaría entonces con plantar la bandera del inconsciente para que la nueva ciencia fecundara en el país de los loros, la Terra degli papaga ..- (Pág. 10)

“- . El Doctor era derecho y daba la cara.  Entretanto, yo sólo tenía ojos para no ver y oídos para escuchar al loro rubio, especie de mutante Brasileño que no soporta los trópicos. .- (pag22)

“- Soñando. Usted estaba en mi tierra (la selva), subido aun árbol de mangos y comiendo zapote, y yo, sobre otra rama, tomaba guaraná, nuestra bebida nacional..- (Pág. 63)

Eso que ignora, que desprecia, “Brasil, la terra degli papagá” (pág. 10), es lo que actúa dicho a dicho.  El Milano, casualmente, es un pájaro migratorio de Europa, que debe trasladarse por temporadas para conseguir alimento.

Aún siendo principiantes, nos es fácil demostrar lo inmersa que BM está en ese mito, cuestión que se puede demostrar tanto por vía del significante -basta atender la similitud de su apellido con el nombre del pájaro- como por la vía del significado, en donde dice que:  “volaba tras sus huellas“, “yo como buen loro.”  Si, además, nos permitimos escuchar lo obvio ya desde el título esta anunciado: “El Loro y el Doctor”, es evidente que el Doctor es Lacan y ¿quién es el Loro?:  Betty Milan.

Ya Desde su nombre “Milan”, desde el título del libro, nos anticipa su “Ser”.  Así también, desde Brasil añorando Francia y desde Francia añorando Brasil al igual que lo haría un ave migratoria.

Por todo lo expuesto, vemos los efectos manifiestos, conmensurables y reales de eso que son solamente palabras.  Observamos cómo ese mito rige sobre la vida de un ser parlante a tal punto de hacerlo trasladar enormes distancias, atravesar inconvenientes, tener las posibilidad de resolverlos o no, es decir:  el mito le dirige la Vida.

Estimado lector:  ¿le interesaría conocer dónde está siendo dirigido por un mito?

 

Conclusión

A pesar de nuestro corto tiempo dentro del psicoanálisis creemos haber expuesto con claridad y en forma innovadora a través del análisis de un libro publicado, los conceptos centrales de esta disciplina.

Hemos visto y comprendido en la práctica los conceptos expuestos por Freud y Lacan en sus obras.

Adicionalmente, le hemos dado al texto un enfoque diferente al de otras publicaciones aportándole nuevas perspectivas y conclusiones que hacen al uso de todos esos conceptos en la clínica.

Deseamos que esta publicación resulte interesante -tanto para entendidos como para neófitos dentro de esta disciplina- y haber contribuido a que muchos otros principiantes se aventuren a exponer sus conclusiones al público.  Entendemos que esto abrirá más posibilidades de diálogo para que el psicoanálisis siga su avance y desarrollo.