No cesa de impresionarme cuán liberadoras son las Intervenciones que realiza José Luis Parise. Una Intervención psicoanalítica concreta -el Acto por el cual el Maestro Psicoanalista pone un límite ante los automatismos del analizante o discípulo, y con el que le Enseña en qué consiste atravesar esos automatismos; Acto que el Psicoanalista apoya en su Recorrido Analítico basado en lo que enseñan Freud, Lacan… y a lo cual JL integra el Factor Diferencial de Considerar a Cristo, Buda, Mahoma, ¡todos los Maestros de Iniciación!- te ayuda directamente a liberarte de prisiones mentales en las que fácilmente el ego te hace vagar para siempre, si tú no aplicas lo que las Intervenciones te muestran.

Parte del automatismo en mí es dejar las cuestiones en idea. Imagínate que quieres llevar a cabo tu gran proyecto, pero nunca lo materializas, ni siquiera lo defines, luego de que das un par de pasos enseguida te frenas en los principios… Todo eso forma parte del guion automático en mí, del cual me tengo que liberar.

Una de las cuestiones con que yo pensaba que me liberaría de ese guion es asegurándome de “concretar avances densos” (así lo llamaba yo). Si suelo dejar las cosas en pensamientos, ¿qué mejor que asegurarme siempre de “poner los pies en la tierra”? Si quiero hacer mi propia empresa, todas las semanas me aseguro de contactar clientes nuevos, hacer nuevos encargos, etc. ¿A que parece razonable?

… Pues ahí está la trampa. Uno puede obtener muchos “conmensurables de avances densos”, pero eso no significa que estés atravesando la “intelectualización” (otro nombre de ese mismo automatismo que antes les mencioné). Sé que es impactante; cuando JL me lo Intervino a mí también en las Reuniones GI + FE (un Nivel de Actividades Integradas muy Elevado, donde aunamos el Recorrido de Estudio y Aplicación de Textos Originarios y Psicoanalíticos con el Viaje desde el cual habilitarnos a Enseñar la Enseñanza), básicamente me explotó la cabeza.

Ahora, la demostración es, de hecho, bien sencilla. Si no te argumentas en Método por qué esos pasos que dices que das te ayudan a atravesar la intelectualización, ¿con qué te aseguras de si son sustentables? Uno puede imaginarse que con lo que hace está solucionando un problema, y tal vez hace y hace y hace, pero no por eso significa que se haya liberado del problema. Una ratita da mil vueltas dentro de la rueda (o sea, el conmensurable de que hace está ahí), pero no se ha alejado un solo centímetro de la jaula.

Es más, les voy a poner un caso aún más impactante, que es el que nos compartió JL. Me refiero al caso de Hitler. ¿Es interrogable que Hitler hizo muchas acciones densas? En absoluto. Movió a un continente entero. Sin embargo, todo ese hacer no cambia que el principio en que se apoyó es insustentable. Mera ideología política por la cual causó una destrucción inimaginable, acabó muerto él mismo, y todo lo que quiso construir fue aplastado. Un gigante cuyos pies de barro son, precisamente, una intelectualización, fiarse de las ideologías políticas que pretenden que “el origen del problema está afuera y por eso afuera hay que cambiarlo”. El modelo terminado nos muestra claramente que el paradigma político, y todos los paradigmas imperantes en general, solo conducen a la destrucción decidida por el otro, si los tomas como paradigmas.

Entonces, para protegerte de la intelectualización por la cual eres vulnerable ante las ideas que el yo les compra a los paradigmas imperantes a pies juntillas, el Método te enseña a hacer petición de principio. Ahí está la Intervención directa que me hizo JL Parise. Asegurarte de comprobar y argumentar si lo que decides se apoya en Método -para lo cual tienes que aplicar cada una de las Herramientas Metódicas- es con lo que vas más allá de las ideas del ego. No puedes engañarte si te encargas de realizar ese trabajo sutil. No es necesario recurrir a lo denso; desde los estatutos más sutiles desactivas la intelectualización si te encargas de hacer esa petición de principio, y solo entonces es cuando das movimiento en lo real. Por eso el Método te enseña primero a Alinear los Pasos Sutiles en ti (Pensamiento, Palabra y Emoción), y solo una vez hecho esto, entra en juego la Acción.

 

Ramsés Cabrera