“Hacer nuevas todas las cosas”, es una de las frases claves de la Enseñanza y una de mis favoritas. Cada cuestión hecha Desde y En Enseñanza es Nueva, y José Luis se encarga de que así sea siempre: en cada Reunión, Sesión, Conexión, MMAPPA, Plenario.. siempre, siempre José Luis logra que cada Momento que compartimos sea único e irrepetible.

Pero esta vez, estábamos ante algo totalmente nuevo para quienes estábamos ahí. Honrar la Vida de una Compañera de Escuela que desencarnó, que hizo su Gran Viaje, homenajeándola con un Ritual que José Luis y Marcela se encargaron de proponer, diseñar, realizar, aprendiendo también de lo que distintas culturas milenarias hacían ante la muerte de alguien muy querido, tan diferente a lo que hoy en día comúnmente conocemos: velorios, entierros, solemnes y apagados.

José Luis se encargó de que desde el primer minuto, el Ritual invitara a conectar con lo más lindo de Olga Ballone, la Compañera de Camino que más años estuvo en la Escuela y quien hizo recientemente su Gran Viaje. Y entre la Luz constante que logró encender José Luis, a lo largo de esa noche, entrando a la madrugada, y con ropas que habían sido de Olga, que cada uno teníamos puestas, ropas que seguían teniendo el perfume de Olga (ahora no viene al caso que les detalle ese otro Momento hermoso del Ritual), José Luis y Marcela nos propusieron un desafío: acompañarlos.

De repente, todos fuimos caminando hacia la entrada del Barrio donde se encuentra la quinta de José Luis y Marce, La Sutil. ¿A dónde estaríamos yendo? La intriga se hizo presente en todos los sentidos, con caras de sorprendidos, llegamos a una de las calles que bordea uno de los costados de La Sutil y José Luis nos dijo: “el que encuentre algo relacionado a Olga, avise”. Era madrugada… una luna árabe, finita, nos acompañaba, ¡algunos desesperados acudimos a la linterna del celular! Y ahí estábamos, intrigados de qué sería lo que había que encontrar.

Yo me sentía en “La búsqueda del tesoro”, ese juego que en los años más recientes ayudé a coordinar en los festejos de cumpleaños de Thomy y Luzyo, cuando con sus amigos tienen que encontrar en plena oscuridad.. ¡las pistas que de atenderlas bien, los lleva al tesoro!

José Luis nos preguntó, “¡¿Y, lo encontraron?!”. Ante la respuesta unánime, José Luis nos hizo volver al inicio de la misma calle y nos invitó a caminar de nuevo por ese mismo lugar. Hasta que Viviana, la hija de Olga, hermana de Marcela (el Ritual fue también en integración con algunos familiares de Olga B. no solo con gente de Escuela), dijo: “Acá está el Perfume de Olga”.

De repente, quienes ilusos y encorbados revisábamos piedritas, ramas, hojas del suelo,  alzamos la mirada y efectivamente… ahí estaba el perfume de Olga. Ese mismo perfume que las ropas emanaban, que se fundía con el perfume de ese exacto lugar, ¡en uno de los laterales de La Sutil!

¿Qué posibilidades podía haber que el Perfume de Olga se presentara en ese lugar?

Sí, la única posibilidad es la Sincronía que la Enseñanza y Olga siguen teniendo, porque Olga quiere seguir estando en el Mejor Lugar del mundo, en La Sutil, haciéndose presente en cada Momento de Escuela, danzando con su perfume de Enseñanza, con su perfume de verdad.

 

Eliana de Piero