Sí, yo digo amar la poesía. Amo esos textos que en el arte de enhebrar Palabras dicen de lo Sublime. Reconozco cuándo, a través de las palabras, se me ilumina algo que estaba apagado en mí. Eso es lo que busco ante el acontecimiento de las palabras dichas y escritas y sólo quiero encontrarme ante Eso en mi encuentro con las Palabras.

Es así que puedo afirmar que reconozco en JL a un Poeta. A un Poeta de Lo Sublime. Porque en lo que dice, logra Encender en mí eso que no estaba encendido.

Ayer(1) 20 de mayo de 2019 estuve en Barcelona. Viajé desde Sevilla, durmiendo poco, cabalgando mucho…para llegar a tiempo a la GSV que sería realizada desde la nueva La Sutil Barcelonesa. El impacto que me ha causado tal Reunión, es inigualable. No hay viaje humano, ni conquista humana que pueda equipararse a lo que JL Implica en lo que Hace. El tiempo en carne viva… y yo, ante ese tiempo en carne viva, como un reloj de arena esperando a que alguien dé la vuelta a mi tiempo para seguir contando.

Durante al Reunión Supervisamos lo que no. Y eso nos Implica a todos. Normalmente en esa Actividad exponemos lo que sí queremos lograr, dónde sí hago tal o cual avance o consigo tal o cual cosa…pero en esta ocasión, la realidad colapsó tanto en lo que no, por lo que el humano no considera, no piensa, no alcanza ni a imaginar…que JL Afrontó el Reto de Supervisar lo que no: eso que está más allá del cómo, de lo aparente. Aquello que es Estructura, eso que no es posible abarcar desde lo humano porque entra dentro del campo infinito de lo no aún.

Mientras lo que es Sí en el Universo está acotado, lo que no es Infinito. Escuchar esto fue explosivo. Me iluminó algo que nunca supe que estaba en mí, ni que estaba apagado.

JL nos habló de la física cuántica. Hacía tiempo, justo un año antes de entrar en Enseñanza, me dio el arrebato de leer libros de física cuántica. Libros que eran interesantísimos: El universo Elegante o el Universo de las 11 cuerdas.

Me apasionó entrar en ese universo pero algo quedaba en el contorno que me dejaba con un agujero más grande del que tenía al iniciar a leer. Ayer, cuando escuché a JL definir el universo de lo que sí y el universo de lo que no, todos esos libros se reducieron a ceniza…y reconocí el salto cuántico que JL nos propone.

Es así que nos acercó a ese Salto Cuántico a través de Einstein. Y nos produjo un chispazo cuando preguntó: ¿qué es lo que hizo sublime Einstein? ¿Qué Conectó que no estaba conectado? La Respuesta fue, digamos…genial!! Einstein se quitó el sombrero: “El físico conectó la física a la gente”. Cierto !! Qué evidencia. Una de las cosas más maravillosas de lo que nos Aporta JL es lo que llama el Barco Invisible. Está ahí, es evidente pero sólo Uno lo ve y sólo Ilumina Quien Ve Eso. Eso es un Salto Cuántico. Quien ve lo que nadie ve. Y JL vio que lo que hizo de Sublime Einstein es eso tan evidente: que Conectó la física a la gente.

Y nos recordó el caso de muchos genios que han sido considerados por el paradigma científico pero que en realidad, esos genios se apoyan en La Magia y que es del mundo de los sueños de donde obtienen las revelaciones que constituyen Saltos en la humanidad.

Y para que no nos quedáramos en la idolatría de ver a los genios logrando saltos, es que nos lo acercó a la vida, a nuestras vidas. Y nos hizo ver dónde está el peligro de creernos que por generar un universo en expansión, el universo de lo que sí, con muchas cosas logradas, con avances en nuestro deseo, eso simplemente es un universo que crece pero con un contorno, está acotado. Pero que el verdadero Hacer Sublime está en conectar lo que no, Ese Infinito que ha de ser iluminado, que no tiene contorno y que está más allá de lo que podemos pensar.
Días antes, JL había vuelto a iluminar mi oscuridad cuando en un PHIE dijo que antes de la Palabra estaba la oscuridad. Que Dios tuvo que darse cuenta de que estaba la oscuridad y entonces decir Sí ante eso. La oscuridad, ese No que exige de nosotros Divinidad. Está ahí pero no lo vemos, es inabarcable. Quizás dios nació a Dios cuando se dio cuenta de que estaba ahí el No, ante él, en la oscuridad y entonces fue posible el Sí a La Luz.

(1) Respetamos para la publicación el tiempo en que fue realizado el escrito.

 

Josefina Aguilar