Todo Inició Allá, en aquel Universo de Magia donde uno pierde la noción del espacio tiempo convencional, y adquiere un sentido completamente distinto, en un tiempo abarcativo que condensa pasado, presente y futuro. Quienes tienen la Fortuna que me acompaña de haber estado ahí, sabrán a qué Lugar me refiero, y quienes no, es tiempo que la conozcan por su Nombre: La Sutil.
JL hacía sonar “La Saeta”, Su Voz Perforó la dureza de mi corazón y el cascarón superficial que me recubre aparentando fortaleza no resistió ni un minuto a tan profunda Canción. Su letra me cautivó, quebré en llanto al Escuchar el Encanto del Maestro, ya que a diferencia de otras veces donde me situaba a una distancia “prudente” en el Quincho Blanco, esta vez no fue así, sino más bien por decisión que por contingencia me posicioné a su lado, produciéndose así lo Inesperado.
De repente Se levantó del Piano y agarrando Su vaso que contenía un brebaje de mezcla color rojo y naranja en su interior, extendió Sus brazos y me Dijo: -“Tome, Hay Alguien con Vida ahí adentro si se emociona con esta Canción”, mientras yo no podía contener mi llanto. “¿Vió que no siempre llorar es un problema? También puede ser la solución”, fue Su Frase siguiente, cuando se sentaba nuevamente para continuar con Su Interpretación. Luego Preguntó a todos Quienes allí estábamos armando un armónico semicírculo alrededor de Él, “¿De qué habla esta Canción?”. Y luego de unos instantes nos Respondió: “Esta Canción es un Cambio de Paradigma y Habla de La Nueva Era”. A partir de esta escena tan mitológica, mientras caminábamos hacia la mesa, El Maestro puso Su mano sobre mi hombro y me Dijo: “Quiero Escucharte Hablar”, y en aquel Momento Inició Mi Viaje.
No está de más recordar que aquella vez, fue la última vez que tuve el privilegio de compartir un momento presencial junto a La Señora Oiga. B. Luego nos seguimos encontrando por otras vías, ya que Ella Siguió y Sigue Enseñándonos de diferentes maneras algunas de las cuestiones más Elevadas de La Enseñanza, abriendo puertas dimensionales que únicamente gracias al Recorrido de semejante Mujer de Poder, son posibles de atravesar.
Exactamente una semana después, me encontraba caminando con mi pareja por la playa de Valeria del Mar. Era una muy espléndida mañana de Sol, el mar como pocas veces visto en la costa argentina mostraba un color cristalino, lo único que me preocupaba en ese momento era que no se me ocurría algo en concreto que presentar en la Reunión del mediodía. Si hay un tema que entiendo que merece el mayor de los respetos, es el Toro de Kakuan Zenshi, pero algunos Emprendedores Heroicos ya me habían aportado que cuando JL lo Enseñó, le dedicó dos Plenarios Enteros y entonces no era posible reducirlo a algunos minutos de exposición. Mayor era mi desazón porque si hay algo que nos Enseñó Kakuan es Que Hacer en esas circunstancias en las cuales uno se encuentra perdido y sin un rumbo definido.
Por otro lado, no podía dejar de escuchar esa Hechizante Melodía, La Saeta continuaba reverberando en mi mente junto a tantas desbordantes emociones que me surgían de solo recordar aquella escena junto al Maestro. El mar rugía con el viento, y el agua en un vaivén de olas que arrastraba almejas y caracolas también escalonaba por los arenales costeros encargándose de borrar las huellas que marcaban nuestros pasos. En el momento en el que entendí que si el tiempo es el problema por lo cual entonces No al Tema que proponía, entonces era el Tiempo quien tenía que propiciarme una solución para que Alguien tan milenario como el Creador del mismísimo Zen, no faltare a la cita en La Nueva Era. En ese mismo instante de cierta claridad ante tanta bruma que levantaba el mar, pasado, presente y futuro se encontraron en 2 Iniciales Plasmandose.
¿Qué probabilidades hay de que esas 2 Sagradas Letras que se Encuentran en Lugares tan Sagrados como el Templo de Hator en Egipto se ManifestaZen? Y más aún en un lugar tan insólito que hay que ser muy irracional o estar muy loco para pensar que es Verdad. No siempre lo lógico es verdadero me Enseñaron. En todo caso alguien que hiciese acuse de locura ante el planteo de que Existe una Res Cogitans únicamente podría hacerlo ignorando las Leyes Universales que rigen en el Universo.
¿Cuántos caracoles pueden haber el mundo? ¿Miles? ¿Millones? No lo sé, quizás muchos más aún. De lo que sí sé y estoy completamente seguro es de que sólo Uno es el que Porta Toda La Sabiduría que Contienen estas 2 Iniciales. Y La Única Verdad que Explica Tan Perfecta Casualidad la encuentro en El Método de los 11 Pasos de La Magia.
A la semana siguiente, ya me encontraba nuevamente en mi ciudad natal. Todo tan perfectamente entramado, que cuando el mundo entró en cuarentena, yo justo ya había retornado a mi Nueva Casa “Sublime”, con el Inmenso desafío que La Magia me exige realizar y que Implica Convivir y Cohabitar generando mi propia pareja, haciendo de este lugar, Mi Lugar Propio.
Y ¿qué mejor Inicio para Iniciar Una Nueva Etapa de Recorrido de Enseñanza en mí, en mi pareja y en mi vida, que tener que cumplir la ley de estar en casa? Claro que sí, ni someterme a la ley ni ignorarla, gracias al Burbujeante Sentido de Vida que Solamente El Paradigma de La Magia Posibilita Saborear propiciando Nuevas Aventuras de Viaje, Generando Espacios, Reuniones y Tiempos en lo Sutil para desde allí desbordar hacia lo denso plasmando la Realidad que Decidimos Crear, en especial, abriendo un Canal para lo que desde que Existe la Formación de Enseñantes Deseo en mi vida: Enseñar.
Quien se aburre en cuarentena, quien se vió perjudicado por la cuarentena, quien se justifica por la cuarentena, es porque no entendió el motivo de sí. Y quien no entendió a la cuarentena porque no se entendió a sí mismo, es porque entonces La Nueva Era le sigue resultando tan utópica, lejana y desconocida como siempre o quizás peor aún, ni siquiera eso.
Entonces a modo de cierre abriente de este escrito, invito a cada lector a que Conectemos con Aquello que le da Sentido a este Canal, a este Puente que tiene la posibilidad de Unirnos a lo que tenemos que Unirnos en este Tiempo. Lo que es lo Mismo Que Decir lo que en otras Palabras La Saeta Dijo, Un Cambio de Paradigma.
Franco Ibarrola