Antes de ingresar a la Escuela, tenía un concepto de “festejo” muy aburrido y Gracias a Estar en Enseñanza y aprender de lo que JL y Marcela hacen en sus vidas, es que puedo decir que Festejar en Enseñanza… es muy distinto a lo que solemos pensar “normalmente” por “festejo”.
Hace muy poquitos días, Festejamos el Cumple de Marce en el mejor Salón de Fiestas del Universo: ¡La Sutil! -que es la casa quinta de José Luis y Marcela en Buenos Aires-.
Fueron dos días a pura risa, que de tantas risas nos dolían los cachetes y la panza. ¡Sí! Lo mejor en Enseñanza es que nos divertimos mientras aprendemos de, entre otras cuestiones, la enorme productividad que José Luis y Marcela generan en sus vidas.
Algo que ya es un clásico en los Festejos de Enseñanza, son los ejercicios que tanto José Luis como también los Compañeros proponemos en fechas importantes. Me referiré a uno de los ejercicios que hicimos el sábado en La Sutil y para eso, quiero compartirles el contexto en el que sucedió: los pronósticos amenazaban que llovería desde el inicio del fin de semana. Pero, como ya sabemos, el Sol no entiende de paradigmas científicos y no quiere faltar a la cita: estuvo presente toda la tarde, permitiéndonos disfrutar del parque precioso de La Sutil.
En la hora exacta, cuando ya era el momento propicio para cambiar de lugar e iniciar el ejercicio, las primeras gotas de lluvia generaban un efecto de frescura perfecto para entrar al quincho de La Sutil y allí continuar el Festejo. Imagínense: una mesa enorme con manjares exquisitos, bebidas de las más diferenciales, La Sutil con esa Magia que se respira en el aire y se ve en cada metro cuadrado, la lluvia acompañando alrededor y José Luis, Marcela y Compañeros de la Escuela dispuestos a escuchar las reglas del nuevo Ejercicio: “las cápsulas del tiempo”.
El juego consistía en decirle a Marce algo inolvidable de su año más reciente, algo que realmente tiene que enterarse el mundo entero y perdurar en el tiempo, algo que nos gustaría que dentro de cien, quinientos, miles de años, se cuente de ella. Algunos Compañeros ibamos diciendo distintas cuestiones únicas y muy poderosas que Marcela Logró en este año.
Cuando me tocó mi turno, recordé que el primero de enero de este año -donde por primera vez que yo tuve el privilegio de compartir las Fiestas del 31 de Diciembre y 1ero de Año en La Sutil junto a Dirección y Compañeros de la Escuela en La Sutil- estábamos sentados en el pasto de La Sutil, el Amiguísimo Sol convidándonos los últimos rayos luminosos del primer día del año, y Marce nos contaba que la Película de Enseñanza a la que Marcela se está Dirigiendo hace casi 20 años, ya iniciaba nada más ni nada menos que… ¡el rodaje!
Y en ese momento, el gesto que hizo Marce mientras nos compartía el notición, me quedó grabado como una foto en mi cabeza por siempre. Con esa expresividad que la caracteriza, mientras nos contaba que se acercaba la fecha de inicio del Rodaje de la Película tan anciada… Marce hizo un gesto muy tierno llevándose las uñas de las manos a los dientes mientras levantaba sus hombros y cejas, como diciendo… “¡qué vértigo, qué adrenalina!”.
Entonces, esa noche en La Sutil, Festejando el Cumple de Marce, destaqué que ese gesto, por más simple que fuese tal vez para algunos, para mí fue súper importante, porque en muchas situaciones del año que fueron desafiantes, en situaciones ante las cuales sentí ese vértigo por hacer algo nuevo, ante la duda de Dar el Paso o ir hacia atrás, Gracias a recordar a Marce, y su ejemplo de ir adelante pase lo que pase con la Certeza de que lo que ocurra será lo que el Método Enseña, yo gané confianza en mí misma. Seguro Marce continuará haciéndose presente en mi mente con ese gesto dulce ¡que siendo tan simple; ¡enseña tanto!
Eliana De Piero